En el beisbol, como en cualquier otro deporte, se darán cuenta que una parte del ritual, del mismo juego de pelota, es otorgada por el público, quien se estremece con cada acción, cada lanzamiento, quien suspira con cada batazo, con toda marcación, quien hace su parte alentando a su equipo favorito muy a su manera, sin sobrepasar los límites que tienen los decibeles de la pasión.
El deporte sin afición, simplemente carece de vida, para muestra, los partidos a puerta cerrada, donde se juega con la garra de siempre, pero sin ambiente, sin gritos, sin bullas, pareciera que no hay sentido, no hay a quien emocionar; el deportista se debe a la afición y a su deporte, pero si no hay afición, no siente el apoyo de la misma, se siente incompleto.
El "rey de los deportes" tiene un público muy especial, al menos en nuestra región, no podemos comparar el tipo de afición que hay en el futbol, con la que frecuenta los parques de beisbol, lo que sí tienen en común, es la intención, el ir a apoyar a su equipo, el deleitarse del deporte de su preferencia, el pasar un momento agradable, esperando resultados positivos de su equipo.
Lamentablemente, hay ocasiones en las que la pasión se desborda, lo que provoca una conducta reprobable de un aficionado, agresiones físicas, verbales, o actualmente raciales, que dañan a los mismos aficionados, o a los jugadores dentro del terreno de juego.
Lo que pasó en la Liga Mayor de La Laguna el pasado viernes, no sé cómo calificarlo, los gritos del aficionado hacia los jugadores contrarios siempre han existido en todos los estadios para tratar de sacarlos de concentración, pero en las redes sociales, Irvin Duéñez jugador de Vaqueros Madero comentó lo siguiente "es una gran ofensa como jugador recibir amenazas de muerte en algo que uno hace por amor, es el trabajo nuestro y no es justo arriesgar nuestra integridad física por este tipo de situaciones, Matamoros ha sido un gran contendiente pero creo que ellos como peloteros entienden nuestra situación al no presentarnos".
Desde mi punto de vista, una amenaza de muerte, aunque sea de broma suena muy mal, no es la manera de sacar de balance a un contrario, y menos por parte de la afición. Se entiende que una rivalidad entre dos equipos mantiene "caliente" al jugador y al espectador, pero amenazar con matar a una persona entra en una situación que no agrada a nadie.
A mí me duele como aficionado al beisbol, que la serie entre Matamoros y Madero no haya terminado como debe de ser, pero como tal, me corresponde teniendo la oportunidad de este espacio, invitar a usted que también comparte la afición por el juego de pelota, a que apoyemos no sólo a nuestros equipos en la Serie Final que comienza el día de mañana, sino apoyar al beisbol.
Apoyar al beisbol consiste, en asistir a un estadio con la intención de disfrutar el partido, divirtiéndonos muy a nuestra manera anotando jugada por jugada en el box score, aplaudir una buena jugada, un buen batazo, la buena estrategia de un mánager, con eso se exige buen nivel y tengo la certeza de que si lo hacemos, seremos correspondidos por jugadores y equipos.
Seamos parte del ritual que ofrece el beisbol, respetemos la grandeza de este deporte, disfrutemos de las emociones que deja una Serie Final entre dos equipos de tradición en la Liga Mayor, como lo son Matamoros y la Sección 74, llevemos a buen término esta temporada de esta liga, orgullo de nuestra Comarca Lagunera y sigamos apoyando al rey de los deportes. ¿Usted qué opina?
Robernike_14@hotmail.com
