Según la fiscalía de París, los soldados de la guerra santa justifican su violencia por la implicación francesa en la coalición que bombardea los bastiones yihadistas en Oriente Próximo.
Para algunos internacionalistas ese argumento es parcial ya que Francia ha apoyado a la oposición política en Siria, ha armado a algunos grupos rebeldes y se ha mostrado inflexible en la lucha contra el presidente Bashar al Asad, enemigo del Estado Islámico (EI). Además, el 95 % de los ataques aéreos contra enclaves yihadistas en Siria e Irak son iniciativa estadounidense. Francia se involucró hasta hace dos meses.
Pero además hay razones más profundas…
El odio de los radicales islámicos hacia Francia data del pasado colonial. En las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, la nación gala junto con el Reino Unido desmantelaron el Imperio Otomano poniendo fin al sueño del califato musulmán. La oumma (o comunidad de creyentes) fue abolida cuando aquel imperio cayó definitivamente en 1924 y sobre el mapa de la región fueron dibujados países de fronteras artificiales, como Siria e Irak. El EI juega con ese fantasma entre sus fanáticos, defendiendo la emergencia de un nuevo imperio islámico sin fronteras coloniales.
En paralelo, expertos opinan que el atentado múltiple del 13N también es un ataque a los valores no sólo de Francia, sino de todos los países que comparten la fe en la democracia, la tolerancia y el valor del ser humano contrarios a la visión yihadista totalitaria.
Esto quiere decir que el apego de los franceses a los valores republicanos, especialmente el laicismo, es algo que contraría al Islam radical, incluido a sus partidarios residentes en Francia. La ley contra el velo islámico en escuelas y oficinas de gobierno -aprobada en 2004- marcó el punto de inflexión.
Francia es el país que más guerreros fundamentalistas proporciona. Entre 600 y 2000 según diversas fuentes. Todos ellos susceptibles de volver a Francia para perpetrar atentados terroristas con apoyo de 10 mil 500 sospechosos de actividades ligadas al radicalismo islamista, según el Ministerio del Interior.
Los atentados del EI tienen el fin perverso de provocar la islamofobia que estigmatice a la población musulmana francesa para evitar la sumisión al país infiel y hacer estallar una guerra civil.
EL MONJE LOCO
Consecuencia inmediata al terrorismo yihadista será el cambio en la política de puertas abiertas de la Unión Europea para frenar la riada de miles y miles de refugiados procedentes de Oriente Próximo.
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