Se alcanza el éxito cuando se llega a la meta. No importa el propósito que se tenga en la carrera personal, ya sea que se trate de ser la persona más exitosa de la empresa haciendo lo que estás haciendo ahora o estar a un paso o dos, o los que sean necesarios, para lograrlo.
No hay una fórmula para alcanzar el éxito. Tampoco hay una manera segura para seguir hacia la cumbre. Lo cierto es, que hay que arriesgarse, es el salirse de los propios límites, reza un proverbio popular "quien no arriesga no gana", es entender que la incertidumbre y el miedo forman parte del proceso de ese arrojo. El coraje es la convicción para alcanzar los objetivos propuestos: la meta. Pero a todo lo que realices imprímele "calidad", es el sello de los triunfadores y el sello es demasiado visible para ser ignorado.
No obstante, el camino que conduce al éxito está interceptado por senderos que pueden llevarte o desviarte del lugar al cual quieres llegar. Así que al ir avanzando hay que tener cuidado con los desvíos de la ruta que escojas. No titubees en aceptar la ayuda de un amigo influyente.
ACTÚA: A no ser que te veas obligado a no hacerlo, pero vas a obtener esa satisfacción especial de que estás logrando el éxito por ti misma.
PIVOTEA: Prepárate para ir con el montón cuando se presente la oportunidad. La mayoría de las personas exitosas no han logrado todo por sí mismas. Cuando se presentó la oportunidad seguro la aprovecharon.
PREPÁRATE: Tú conoces tu meta. Sabes lo que se necesita para alcanzarla. Haz un inventario de tu persona y decídete a trabajar tus puntos débiles.
PLANEA: Organiza una bien pensada estrategia para un buen seguimiento y así evitar desviarte de tu camino.
El éxito inmediato no viene instantáneamente. Éste requiere trabajar hacia una meta clara a la vista.
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