DECISIONES EFECTIVAS
Para estar segura que las decisiones que tomas son las precisas, deberás seguir los cinco pasos que requiere una buena decisión:
1. RECONOCE QUE EL PROBLEMA EXISTE
Algunos problemas sobresalen y requieren una solución inmediata. Otros no son tan obvios y pueden continuar por un largo tiempo sin que se les ponga atención. Una vez que descubres que algo anda mal, vas a encontrar un problema.
2. DEFINE EL PROBLEMA EN TÉRMINOS CONCRETOS
Un problema bien definido es un problema "medio" solucionado. Otros no tan claros y continúan por meses antes de que alguien les ponga atención. Para corregirlos necesitas hacer una revisión objetiva para determinar qué es lo que está mal. Para lograrlo, contesta las siguientes preguntas:
¿Cuándo se inició el problema?
¿Es general o específico?
¿Qué tan importante es?
Una vez que se han contestado todas estas preguntas, plantéalo de nuevo.
3. RECOPILA LOS DATOS
Las decisiones tomadas sin datos precisos no tienen sentido. Para lograr una buena decisión necesitas tener información correcta que puedes obtener consultando a expertos en el campo o a personas bien informadas en la empresa.
4. CONSIDERA LAS ALTERNATIVAS
Cuando hayas considerado las posibles soluciones, contesta a estas preguntas:
¿Qué tan complicada o fácil resultará esta decisión?
¿Cuáles son los riesgos?
¿Puede ser cancelada si es necesario?
¿Qué tan costosa resultará?
5. TOMA UNA DECISIÓN Y EVALÚA SU EFECTIVIDAD
Ahora que has considerado las ventajas y desventajas de cada alternativa, escoge la que te parezca la más indicada, pero recuerda que cada decisión puede tener una repercusión inesperada. No te retractes de ninguna acción sin antes haberla pensado bien. Es normal sentirse abrumada después de haber tomado una decisión y luego dudar si ésta fue la correcta, pero no hagas ningún cambio hasta haberlo estudiado cuidadosamente.
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