AVANCES EN COMUNICACIÓN
De lunes a sábado toda asistente pasa gran parte de su tiempo hablando… con su jefe, sus compañeros y quizás con sus subordinados. Lo que dice es importante, por supuesto, pero también lo es "cómo lo dice".
LA FORMA CORRECTA
Generalmente es una buena idea hacerlo de la manera apropiada, con claridad, sin evasivas, considerando el punto de vista de la otra persona, también hacerlo en un tono de voz natural -sobre todo si le está señalando una falta- y así los demás en la oficina no se enteran.
LA HORA APROPIADA
Asegúrate de tratar un asunto a la hora más adecuada para la persona. Si quieres hablar con tu jefe hazlo a la hora que no esté muy ocupado ni esté esperando alguna llamada, pues no podrá prestarte la debida atención.
SI HABLAS CON EL JEFE
Aunque deberías tener cierta libertad para hablar con tu jefe de planes y dificultades, procura no perder el sentido del tacto.
Las siguientes situaciones deben ser manejadas a discreción:
SI SOLICITAS INFORMACIÓN
A nadie le gustan las interrupciones -sobre todo a la gente ocupada. Así pues, formula las preguntas para hacerlas a tu jefe en un tiempo del día oportuno. Él preferirá contestar varias preguntas y no ser interrumpido varias veces. Por supuesto que hay ocasiones que se presenta un asunto que requiere pronta atención. Cuando quieras discutir con tu jefe un proyecto terminado, ordena los puntos que deseas tratar sin olvidar ninguno.
SI PRESENTAS ALGUNA QUEJA
Cuando algo te está molestando, no juegues el papel de mártir guardando silencio. Escoge una hora en que no esté muy ocupado y explícale tu malestar. Cuando le expongas un problema no lo hagas de manera ambigua o exagerada, hazlo con claridad y sencillez, y así acompañas tu queja con una voz agradable y una sonrisa, tu jefe probablemente se muestre más comprensivo.
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