CÓMO IMPULSAR UN TRABAJO MONÓTONO
En una reunión de asistentes, una de ellas se quejaba de lo tedioso que le resultaba su trabajo y que debido a esto estaba pensando cambiar de empleo. Decía que su puesto era bueno -se lleva bien con su jefe y tiene buenas amistades en la empresa- pero no le resulta muy interesante y con frecuencia se encuentra sin nada que hacer. Ella no quiere desarraigarse de la empresa y buscar otra colocación; sin embargo ya se estaba cansando de estos frecuentes períodos de aburrición. Se encuentra en una encrucijada, pues no sabe cómo proceder. Nos pide una solución menos drástica que el dejar su cargo.
Respecto a esta situación, que quizás tú la estés enfrentando, las explicaciones que da esta secretaria demuestran que ya se ha dado cuenta que el fastidio rara vez desaparece cambiando de ambiente. Un nuevo trabajo puede disminuirlo temporalmente, pero si no se desarrolla una nueva actitud mental, pronto se sentiría inquieta de nuevo. Por supuesto que siguiendo con el mismo espíritu no soluciona el problema.
Para combatir el hastío, quizás será de ayuda entender un poco acerca de este estado de ánimo. El hastío se considera un problema peculiar porque casi siempre es impuesto por una misma. La solución está en tomar una decisión consciente de terminarlo-con ayuda de algunas técnicas efectivas. Según algunos expertos, el aburrimiento es la falta de participación, esto es, el no involucrarse.
Tomando en cuenta esta definición, un buen acercamiento sería hacer una reevaluación del trabajo propio. Si se trata de una buena posición, hay que pasar la energía y ánimo de los días de mucha actividad a los días de calma-tediosos.
Las asistentes de muy alto nivel admiten que el secreto de sus avances es que nunca han dejado de aprender. Siendo muy capaces y eficientes en el desempeño de sus tareas, emplean sus ratos libres en adquirir más conocimientos sobre su empresa, sus políticas, operaciones, etc. El que tú sepas cómo tu trabajo encaja en la organización le da nuevos visos a las tareas que llevas a cabo y quizá surjan otros métodos que aumentarán tu productividad. Esta cultura puede animarte a tener conversaciones con tu jefe con resultados beneficiosos y estimulantes.
No permitas que tu curiosidad se detenga aquí. Hay un buen número de proyectos con qué llenar tu tiempo extra. Lee las publicaciones de negocios que recibe tu jefe. Vas a aprender mucho más acerca del ramo que maneja tu empresa y así podrás entender mejor la correspondencia que atiendes.
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