En tiempos lejanos antes de la invención del calendario, la gente tradicionalmente pensaba del año nuevo como un punto decisivo, un tiempo para empezar de nuevo.
Las determinaciones son hechas y en el curso del año inevitablemente se olvidan. Es probable que todos los años, tú hayas hecho muchos propósitos -algunas los cumpliste y otros pasaron al olvido.
En lugar de sugerirte algunas intenciones para este año, te sugeriría repasaras las siguientes reflexiones:
SABIDURÍA: ¿Cómo es que el hombre sabe lo que es bueno, pero hace lo malo?
PAZ: La hallarás en la mucha paciencia.
IDEALES: Son una realidad viva y su conjunto es indivisible.
ESPERANZA: Flor que jamás se marchita, luz vivificadora que hace renacer al hombre.
ÉXITO: No es nunca una donación, sino una conquista.
PLACER: El sabio se presta al placer, pero no se entrega a él.
NOBLEZA: Es una gloria obtenida y que no tiene precio.
AFECTO: Multiplica los bienes y reparte los males.
El año que inicia te está esperando. Cuenta con sus momentos mágicos que cada día nos traerá. Así que el año nuevo va transcurriendo, un buen deseo sería "Paz en la tierra y en la oficina también". Recibe cada día como si fuera "un regalo escondido".
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