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Posmodernos

Diálogo

YAMIL DARWICH

El término se refiere al período comprendido desde la segunda mitad del siglo anterior hasta la fecha; es tiempo que representa un gran movimiento cultural revolucionario, incluyendo lo artístico, económico y político.

Representado por la aparición de cambios bruscos de la conceptualización de la vida, que van desde lo filosófico y artístico hasta lo productivo, lo económico y político.

Claro que las estructuras e instituciones cambiantes producen temor y ansiedad; recuerde que todo cambio los provoca al enfrentarnos a lo nuevo, a lo desconocido.

En esa rebeldía y propuesta en los cambios de forma de vida social, los posmodernistas definen sus propósitos de diferentes maneras, utilizando términos que van desde "Nuevo Orden Mundial", "Revolución de la Esperanza" o "Era de la Luz".

Hay declaraciones de personajes públicos que presentan a la posmodernidad con una visión prometedora, entre los que encontramos a líderes como James Cameron, Barack Obama, Ángela Merkel y hasta el Papa Benedicto XVI, todos de fuerte influencia para crear las tendencias de criterio y posturas ideológicas del mundo entero.

Aunque es muy difícil definir por completo a la posmodernidad, algunos catedráticos investigadores, particularmente del campo de la psicología social, como el Dr. Otto Dörr Zegers, psiquiatra y catedrático chileno de reconocida reputación mundial, autor de "La posmodernidad y la pregunta por el sentido", dice que se caracteriza por el dominio de la técnica, que se sobrepone al humanismo ideológico por la sobrevaloración del trabajo y la productividad, transformando a los seres humanos en productores y hasta esclavos que trabajan para ganar dinero y consumir, basándose en inculcarnos por todos los medios de comunicación el deseo de poseer bienes y contratar servicios para 'ser', aún agotando créditos, para enriquecer a algunos pocos al final del círculo económico, creado artificialmente".

Otra característica es la grave invasión y destrucción de la privacidad que hace al hombre en su ser más íntimo "transparente", conociéndole hasta en sus actos más privados. El Big Brother ha evolucionado hasta registrar cualquier comunicación, dejando a las personas a merced de la voluntad de los manipuladores, poseedores de la información.

La obscenidad y pérdida de respeto al cuerpo humano, al espíritu de las personas y a la manipulación de los apetitos carnales, son los medios para promover la rejerarquización de valores individuales, sociales y hasta trascendentales, que permiten debilitar y destruir a instituciones que dan coherencia al mundo, caso de las creencias religiosas, las organizaciones políticas y los principios culturales de lo que es bueno o malo para algún grupo social en particular.

Recuerde la base del manejo de masas que predica: "viviendo en la individualidad es mayor la posibilidad de manipular a las persona".

Por último, manipular a la conciencia social y personal centrándola en el presente, con la provocación para romper con la historia de los pueblos, sus creencias, valores y tradiciones y el enturbiamiento de la visión del futuro próximo y lejano.

No deje pasar por alto el aprendizaje que nos deja la psicología social, que nos enseña que al no ver más allá, en el futuro de la persona, le genera desesperanza y facilita el dominio de su voluntad.

En contraparte, han aparecido individuos y grupos que se oponen al cambio de las reglas sociales y exigen una mejor distribución de la riqueza; los hay intelectuales, pensantes que denuncian lo que a ellos les parece la lógica y posible fin último de quienes administran el poder; otros, con una visión más corta, únicamente persiguen la justicia social para el presente y algunos más hablan de un complot mundial que se orquesta por unas cuantas familias de poderosos.

Esa teoría del complot merece nuestra atención y un "Diálogo" dedicado por completo al tema, dándole el pensamiento suficiente para tomar decisiones y apoyar -o no- con nuestros actos, el rumbo que está tomando la sociedad posmoderna.

Luego de analizar la realidad del presente, nos corresponde decidir, tomar postura y actuar en consecuencia. Es una grave responsabilidad que no podemos evadir.

Conocer cómo pudiera ser manipulada la conciencia individual y social tiene una lógica que de pronto puede ser preocupante.

Lo cierto es que el mundo posmoderno cada día se transforma en más individualista, materialista y nos orienta en el camino de la pérdida de relación directa entre las personas que conformamos las sociedades, por pequeñas que éstas sean. Para ejemplificar lo anterior, basta con ver a los jóvenes enajenados con sus teléfonos celulares que, de pronto, se abstraen del mundo real y a pesar de cualquier rechazo continúan influyéndolos.

Si los cambios que observamos en relación al destino y el comportamiento de los humanos, tanto en lo personal como en lo social, no son de nuestro buen parecer, entonces debemos informarnos para comunicar, educar e influir en los demás.

Es buen propósito para el cambio. ¿Acepta?

ydarwich@ual.mx

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