Posponen reunión de comisión de obras

El Municipio no ha cubierto uno solo de los requisitos establecidos por la Ley cuando se pretende efectuar la venta de un bien inmueble que es de su propiedad, sino que la compra-venta de una parte de la calle Mapimí pretende manejarse como un asunto entre particulares, denunció el regidor, Francisco Raúl Ramírez.

Ayer se suspendió la reunión de la Comisión de Obras Públicas del Ayuntamiento, en la cual los regidores que la integran abordarían por primera vez el tema, el cual ha generado inconformidades entre ediles y empresarios instalados junto a esa calle del Parque Industrial Lagunero.

Sin avisar a quienes asistirían a la reunión, el síndico y presidente de dicha Comisión Dagoberto Limones la pospuso para la semana próxima.

Ramírez indicó que la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado de Durango establece que para atender una solicitud de este tipo, primero debe elaborarse un dictamen técnico, un informe sobre el monto y destino de los recursos financieros que se obtendrán por la enajenación de un bien público, y sobre todo tener la anuencia de los vecinos colindantes.

Éstos y otros trámites, deben presentarse ante el Cabildo para que sus integrantes puedan emitir un dictamen en el que se apruebe la desincorporación del inmueble; este acuerdo deberá ser avalado también por el Congreso del Estado.

Posteriormente deberá darse el proceso de enajenación y una subasta pública, la cual podría omitirse en caso de que se acrediten los pasos necesarios para una adjudicación directa.

Francisco Raúl Ramírez indicó que si el Municipio continúa omitiendo todos estos pasos para vender la calle Mapimí, corre el riesgo de sujetarse a procedimientos de orden legal, incluso el Congreso podría decretar la desaparición de poder como Ayuntamiento, aseguró el edil.

La empresa Woodcrafters está interesada en ampliarse, mediante la compra de la calle Mapimí en una extensión de 100 metros, entre el bulevar González de la Vega y el canal del Sacramento.