A principios de agosto del 2006, hace más de nueve años, envié al Gobierno del Estado una misiva de cerca de cinco cuartillas titulada: Y nosotros, ¿por qué no? Donde hacía un resumen del gran número de asociaciones civiles, países y/o estados de otros países, incluyendo el nuestro, quienes tienen instituidos desde hace varias décadas certámenes internacionales de diversas índoles.
Tan solo en el país, tenemos en Taxco el Premio Nacional de Literatura "Juan Ruiz de Alarcón" desde l998; en Zacatecas, el Premio Iberoamericano de Poesía "Ramón López Velarde", también desde ese mismo año; la Asociación Civil que agrupa al Conaculta instituyó desde 1991 el Premio de Literatura Latino Americana y del Caribe el Galardón "Juan Rulfo"; en Nuevo León, a partir de l972, el Premio Internacional "Alfonso Reyes", entre otros muchos más, y a nivel internacional tenemos en Francia desde 1996 el galardón "Gabriela Mistral", así como el premio "Sor Juana Inés de la Cruz".
También, en este país, y desde 1991, el Premio "Roger Caillois", considerado como uno de los galardones más prestigiados de Francia; en Oviedo, España, se instituyó en 1981 el Premio "Príncipe de Asturias de Las Letras", y en la misma Madre Patria, el Premio Cervantes de Literatura, instituido desde 1974 y conocido como el galardón literario más importante en lengua castellana, entre otros muchos más.
Recordé en esta misiva que en 1995, hace dos décadas, en la fronteriza población de Ciudad Acuña, Coah., se convocó, por primera ocasión, al Certamen Literario Internacional "Manuel Acuña" para recordar el 84 aniversario de que Congregación las Vacas fue elevada a la categoría de Villa Acuña, hecho registrado el día l4 de febrero de 1912, donde se premiaron los primeros lugares, entre ellos a Enrique Mijares de Durango con la obra "Le pusieron precio a su cabeza".
En junio de 1996, nuevamente se convoca a un Segundo Certamen Literario "Manuel Acuña" para llevarse a efecto en febrero del siguiente año; sin embargo, por razones económicas, a principios de febrero de 1997, lo suspenden. No se volvió a convocar a dicho certamen.
Dados todos estos antecedentes y muchos más, en mi misiva menciono entre otras cosas lo siguiente: "Esta lista es sólo una pequeña muestra del gran número de Asociaciones civiles, países, gobiernos estatales y municipales, así como Fundaciones, Institutos de Cultura y Editoriales que desde hace varias décadas, año con año, otorgan un Reconocimiento, una Presea, un Galardón, un Premio monetario, a lo mejor de la literatura y la poesía, reconocimientos que son muy codiciados por los escritores y literatos del mundo entero, y como buen coahuilense, como gran amante de las letras en prosa y verso, me pregunto: ¿Por qué, nuestro Estado, que vio nacer a uno de los vates de mayor renombre, no sólo en Coahuila, no sólo en el país, sino también en el extranjero, como es el malogrado poeta Manuel Acuña, no ha instituido el "Premio Iberoamericano de Poesía Manuel Acuña"? ¿Por qué ha pasado desapercibido reconocer el prestigio de nuestro poeta saltillense a través de la creación de un Galardón y un premio monetario, que a través de los años gane prestigio y sea tan codiciado como todos los que hemos mencionado?
Estamos en vísperas de recordar el 157 aniversario de su natalicio el 27 de agosto y el 7 de diciembre próximo, el 133 aniversario de su partida. Considero que es un buen momento para que el gobierno del Estado, a través del Instituto de Cultura, promueva este Certamen.
Cd. Acuña ya dio una muestra de este hecho hace precisamente una década. Vale la pena que ahora la continúe la ciudad que lo vio nacer. Agosto de 2006".
Por supuesto, y como es ya una costumbre, jamás recibí una respuesta a mi ponencia o sugerencia, olvidando tal vez por falta de conocimientos el artículo octavo de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice: "Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política, sólo podrán hacer uso de este derecho los ciudadanos de la república. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene la obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario".
Fue en 2013 que la Secretaría de Cultura de Coahuila convoca al Premio Internacional Manuel Acuña de poesía en Lengua española, "considerado el de más alto estímulo económico en habla hispana, al entregar una bolsa de cien mil dólares" (equivalente en moneda nacional a un millón setecientos mil pesos), siendo el galardonado en el primer certamen el cubano Luis Manuel Pérez Boitel; en el 2014, Luigi Amarra de nuestro país, y en el presente año, el chileno Leonardo Sanhueza. En este último certamen, se recibieron un total de 154 trabajos internacionales de 26 países y 321 a nivel nacional de 32 entidades federativas, dando un total de 475 trabajos recibidos, aun cuando otras fuentes mencionan que: "En esta ocasión, se recibieron cerca de dos mil trabajos provenientes de 40 países".
Y aun cuando lo que pudiéramos opinar los coahuilenses en relación a este certamen no se considera ni tan siquiera leerlo y analizarlo, atreviéndome a opinar: En todos, o casi todos los certámenes de la índole que se quiera (lo vemos simplemente en el deporte), generalmente se premia hasta el tercer lugar, con premios económicos y en algunos casos, a los que ocupan el cuarto y quinto, se les reconoce su participación, ya si no con una aportación económica, sí con algún reconocimiento escrito, no todos los reconocimientos tienen que ser económicos. Me pongo, como dicen, en los "zapatos" de los 475 participantes, del tiempo, horas, días, tal vez semanas, que dedicaron a preparar su trabajo para participar en un certamen y ver, frustradamente, que ni tan siquiera lucharon por un segundo o tercer lugar, por ser ganador único. Debe haber antecedentes de ello, pero lo más correcto, lo más saludable, sería escoger, como es una costumbre, los primeros tres lugares. Cien mil dólares, equivalente a un millón setecientos mil pesos, pudieran y digo "pudieran" repartirse entre tres de los cientos, no miles de participantes, claro, dando la mayor cantidad al primer lugar y así sucesivamente.
Que se recuerde que ya algunos coahuilenses pudieron, años atrás, sugerir este y muchos otros certámenes, y aun cuando ya hayan pasado más de dos sexenios, considerar que la idea ya pudo haber estado en la mente de otros coahuilenses, que no todas las ideas deben salir de los funcionarios públicos, quienes tienen la obligación de dar contestación a cualquier misiva que se reciba de algún ciudadano, no sólo del estado, sino de todo el país y también del extranjero.
