Postura. Según la Diócesis de Gómez Palacio hay que apostarle a la educación y a inculcar los valores en los niños y niñas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La aprobación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para el cultivo, transporte y consumo de la marihuana con fines lúdicos a cuatro mexicanos 'atenta' contra el núcleo más importante de la sociedad que es la familia, sostuvo Julio Carrillo Gaucín, administrador de la Diócesis de Gómez Palacio.
"Como Iglesia hemos visto este acontecimiento con mucha preocupación, sobre todo porque se está abriendo la puerta a legalizar algo que en sí mismo, es dañino para la salud (…) un drogadicto no solamente destruye su salud, sino también a su familia", expresó.
De acuerdo a la situación económica por la que atraviesa el país, dijo que la mayoría de los mexicanos ni siquiera cuentan con los recursos suficientes para solventar los gastos de la atención en un centro de rehabilitación, esto en el caso de familiares con problemas de adicción.
"Yo creo que muchos de estos ministros de la Suprema Corte no tienen a un familiar cercano que sufra los estragos de la droga y si lo tuvieran, son personas con gran solvencia económica que fácilmente podrían meterlos en un centro de rehabilitación", añadió.
El sacerdote manifestó que en países donde se ha legalizado la marihuana no se han reducido los índices delictivos, "al contrario, hay que tener a más policías para que cuiden y vigilen que la libertad de los drogadictos o de las personas que consumen la droga no dañen a terceras personas".