Los aficionados laguneros podrán presenciar la próxima semana el toreo del diestro español en el Coliseo Centenario, con un cartel de lujo. Presentación de Enrique Ponce en cuenta regresiva
El próximo sábado 9 de mayo, a las 19:00 horas, el Coliseo Centenario se vestirá de gala para recibir al lujo del toreo mundial, el diestro español Enrique Ponce.
El valenciano compartirá cartel con la primera figura del toreo en México, Eulalio Lopéz "El Zotoluco", así como el triunfador de la temporada grande en la Plaza de Toros México, Sergio Flores, para lidiar un arrogante encierro de la ganadería Arroyo Zarco.
Ponce Martínez, educado en el arte de la vida y del toreo, en tierras de Jaén, debutó ante el público en la plaza jiennense de Baeza, el 10 de agosto de 1986.
Tenía 16 años y muchas ganas de triunfar ya que desde los 10 años se había dedicado en cuerpo y alma al toreo en la Escuela Taurina de Valencia.
Los entendidos dicen de él que aun estando mal es superior a todos, ya que torea tan fácil, que la gente cree que no torea. Y ahí está la virtud, en ocultar al público toda la complejidad que se esconde tras una técnica depurada, y parecer que se torea como quien camina, o piensa, o quiere. Él lo quiere, y mucho.
Ponce es uno de los toreros que, por el momento, más récords ha batido en el toreo, realizando desde 1992 al 2001 un mínimo de 100 corridas al año, llegando a su máximo en 1995 cuando realizó 120 corridas (174 orejas y 11 rabos).
El matador también ostenta el récord de más corridas toreadas (2,200) y ha indultado más toros que nadie llegando a un total de 42. A esta impecable trayectoria, el ibérico tiene que sumar una gran proeza. Consiguió poner en pie a la plaza francesa de Nimes y cortó un rabo, lo que significó la conquista absoluta de la Francia taurina.
Este año cumple 25 años siendo figura del toreo y, de momento, no piensa cortarse la coleta. Venir a México a cumplir con cinco contratos, no es un compromiso cualquiera. Hace 25 años tomó la alternativa para orgullo, sobre todo, del abuelo Leandro, el hombre que, según cuenta, fue el principal culpable de que sea matador de toros.
También repasa cómo ha evolucionado en este tiempo su toreo, ahora más reposado y maduro, donde el miedo es lo único que no cambia. Sobre los anti-taurinos, piensa que igual que respeta a los que no les gustan los toreros, solicita también respeto para los que la defienden.