Tras crear un mapa de riesgo nacional de dengue y chikungunya, investigadores de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí concluyeron que en los próximos 5 años, las grandes ciudades empezarán a registrar brotes epidémicos de ambas enfermedades.
La capacidad de adaptación del mosco a varios climas, el flujo migratorio y la marginación contribuirán a la expansión de ambas enfermedades, refiere Guadalupe Galindo coordinadora del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria de esta universidad.
En colaboración con la Agencia Espacial Mexicana, el laboratorio diseñó el mapeo de riesgo para predecir dónde surgirán los focos de infección, detalla la doctora en geografía.
Aunque los focos epidémicos están en Chiapas, Veracruz, Campeche y Tabasco, la migración contribuye al avance del dengue y chikungunya hacia otros estados.
La zona del Istmo de Tehuantepec, por donde pasa el ferrocarril que utilizan los migrantes para transportarse, es un área de importante reproducción del mosquito, destaca Galindo, porque encuentra un ambiente propicio en la madera de los durmientes del ferrocarril.
A estos movimientos se suman los de las personas que trabajan toda la semana en un estado y los fines de semana visitan otro.