Críticos. Campesinos de varios estados del país se reunieron en la capital de la república mexicana para marchar en contra de la Reforma Energética impulsada por el gobierno federal.
Miles de campesinos salieron ayer a las calles de México para rechazar la Reforma Energética impulsada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando se conmemora el 77 aniversario de la expropiación petrolera.
Aunque la jornada estuvo marcada por numerosas reivindicaciones, el tema que predominó fue el rechazo a la Reforma Energética que entró en vigor en 2014 y que abrió el sector al capital privado después de más de siete décadas de monopolio estatal.
"Los recursos naturales de la nación deben servir para su propia prosperidad, entregarlos a los intereses extranjeros es traición a la patria", señalaban algunas de las pancartas al aludir a las palabras del expresidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), quien en 1938 nacionalizó la industria petrolera.
Una de las marchas en la capital, que partió del Monumento a la Revolución, bloqueó por varias horas el tránsito en la avenida Paseo de la Reforma, desde donde los campesinos se dirigieron hacia la residencia de Los Pinos.
En las inmediaciones de la casa presidencial unos 10,000 manifestantes intentaron sin éxito tirar las vallas de seguridad que les impedían acercarse. Después marcharon desde el Ángel de la Independencia hacia la Secretaría de Gobernación.
Desde el sureño estado de Tabasco, el presidente Enrique Peña dijo que México está preparado para hacer frente a la "coyuntura desafiante" de los bajos precios del petróleo, "gracias a las reformas estructurales" aprobadas en los últimos dos años.
La Reforma Energética dio a Petróleos Mexicanos (Pemex), que aporta la tercera parte de los ingresos que recibe el Estado mexicano, elementos para superar estas "demandantes condiciones" internacionales, afirmó.
"En esta fecha memorable, una vez más, lo digo con toda firmeza, Pemex es y seguirá siendo patrimonio de todos los mexicanos", señaló al resaltar que la reforma provocará el "cambio económico más importante de los últimos 50 años".
En contraste, el líder de la izquierda Cuauhtémoc Cárdenas, dijo en un acto en la capital del país que los objetivos de la Reforma Energética se podrán alcanzar debido a la caída de los precios del crudo.
"Es previsible que los altos precios alcanzados (por encima de los 100 dólares el barril) no se recuperen; si bien va hasta después de finalizado el actual sexenio, con serias afectaciones en las finanzas del Gobierno y al desarrollo económico", señaló desde el Monumento a la Revolución.
El descenso del precio de la mezcla mexicana a niveles cercanos a los 42 dólares el barril "modificó las expectativas" del Gobierno sobre las licitaciones de los campos petroleros, dijo el político.