La muerte de 61 recién nacidos en un hospital infantil del oriental estado indio de Orisha en las últimas dos semanas, desencadenó una ola de protestas frente a varios hospitales de la entidad para exigir castigo a los responsables.
Al grito de "¡Justicia, justicia!", los manifestantes exigieron castigar a los responsables de la muerte de los bebés que se registró en el hosptial infantil de ese país, cuyas causan están siendo investigadas, y la renuncia inmediata del ministro de Salud y Bienestar Familiar de Orisha, Atanu S. Nayak.