El jueves pasado ocurrió una tragedia sin una explicación coherente. Explotó una pipa que estaba surtiendo gas en un Hospital Materno Infantil en la Delegación Cuajimalpa del Distrito Federal. En dicha explosión, como se ha sabido por los medios de comunicación y las redes sociales, hubo muchos heridos, personas lesionadas graves y algunos fallecidos. Las cifras exactas se desconocen porque la información ha sido oscilante. Se habla de que se zafó una manguera de la pipa al momento de surtir el gas dentro del hospital de referencia. Se conoce que el 70% del hospital, que brindaba servicios de urgencias, obstetricia, neonatología y estaba acreditado para practicar abortos (la ironía; nacimientos y muertes), quedó destruido tras la explosión. Fundado en 1993, funcionando desde hace 22 años, se le hizo la última remodelación en el 2002.
Este tipo de tragedias no debían ocurrir, y en un lugar como un Hospital donde acude la gente a que le resuelvan sus problemas de salud, menos. No hay excusa que valga: que si tenía una fuga la manguera, que si se zafó al momento de surtir, etc., lo que sea es incomprensible. Sabemos que en México hacen falta centros de salud pública para la atención de la mayoría de la población que carece hasta de lo indispensable.
La atención a la salud es urgente, no se puede dejar para después, porque ésta se convierte en estados de gravedad o de muerte. De ahí que el gobierno debe tener los elementos necesarios para subsanarla. No es entendible que en un centro de atención médica no se tengan los parámetros requeridos para proteger a las personas que se acogen a él; una tragedia como la ocurrida indica negligencia no sólo del proveedor sino de las autoridades correspondientes. Las personas entrevistadas comunicaron a la prensa que había un fuerte olor a gas y no se hizo nada al respecto. Si el lugar hubiera contado con autoridades comprometidas con su trabajo, debieron haber detenido el seguir surtiendo el combustible hasta buscar el motivo de ese olor. No lo hicieron y se escribió la tragedia. Una más de las muchas ocurridas en nuestro país por motivos de negligencia.