Será cuestión de horas para que el diputado federal Manlio Fabio Beltrones se convierta en el presidente del PRI nacional luego de una intensa disputa en los altos círculos del poder.
Beltrones se convertirá en el segundo sonorense que dirige el tricolor en la era moderna luego de Luis Donaldo Colosio y concretará de esta manera un viejo deseo político cuando en 1994, a la muerte del magdalenense, estuvo a un paso de llegar a la oficina principal del PRI.
Sus otros anhelos pendientes son llegar a una secretaría de Estado y ser candidato a la Presidencia de la República a la que aspiró en 2012. Su nueva responsabilidad le facilita el camino y lo convierte el día de hoy en un firme contendiente para la sucesión de 2018.
El presidente Peña Nieto debió recibir fuertes presiones de diversos sectores para dejar fuera de la jugada a su cercano colaborador Aurelio Nuño Mayer, quien dicho sea de paso no llenaba el perfil para este cargo cuando la competencia política es día a día más reñida y feroz.
Debió pesar -sin duda-- en el ánimo presidencial el artículo de Ricardo Alemán, en donde revela que Aurelio Nuño no es militante del PRI, pero además no ha ocupado jamás un cargo en el partido, ambos requisitos indispensables para presidir el PRI.
Beltrones llega entonces sin rival al final de la carrera y con ello se despejan dos grandes dudas: en primer lugar el futuro de uno de los políticos priistas más experimentados y en segundo lugar que Peña Nieto decidió finalmente abrir el abanico a otras corrientes en el PRI nacional.
El nuevo dirigente del tricolor ha ocupado todos los cargos imaginables: diputado federal y senador en dos ocasiones, dirigente estatal del tricolor, secretario de gobierno en Sonora, luego gobernador de Sonora y dirigente nacional de la CNOP, entre otros.
Su carrera registró varios altibajos, pero en los últimos años mantuvo un vertiginoso ascenso tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados donde dirigió la bancada de su partido y se convirtió en el líder principal de las respectivas legislaturas.
Sus momentos críticos se remontan a los años ochenta cuando por presiones del grupo cercano al entonces gobernador de Sonora, Rodolfo Félix Valdés, Beltrones renunció a la secretaría de Gobierno para refugiarse en una secretaría del PRI nacional.
De ahí tejió su candidatura al Senado de donde saltó a la subsecretaría de Gobernación cuando su padrino Fernando Gutiérrez Barrios era el amo y señor del Palacio de Bucareli.
Años después Beltrones llega a la gubernatura de Sonora luego de la declinación de Luis Donaldo Colosio, quien decide jugar por la "grande" ante los guiños que recibía del presidente Carlos Salinas de Gortari.
Quizá el momento más difícil de la carrera de Beltrones fue en febrero de 1997 cuando el diario The New York Times denunció en un reportaje de primera plana supuestos vínculos con el narcotráfico tanto del sonorense como del entonces gobernador de Morelos, Jorge Carrillo Olea.
Eran los últimos meses de su gobierno y tal acusación, junto a su áspera relación con el presidente Ernesto Zedillo, lo dejaron por un tiempo alejado de cargos políticos.
Su tercer tropiezo se registró en 2006 cuando fue coordinador de la campaña presidencial del tabasqueño Roberto Madrazo, quien cayó hasta el tercer lugar de la votación, muy lejos de sus contrincantes Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador. No obstante Beltrones fue electo senador plurinominal y líder de la bancada tricolor en el período 2006-2012.
A sus casi 63 años de edad, Beltrones traerá al PRI efectividad, unidad y una larga experiencia en comicios electorales que producirán triunfos como recientemente ocurrió en Sonora en donde el PRI y su candidata Claudia Pavlovich, lucían derrotados al arrancar la contienda.
Los priistas pueden esperar cambios internos para hacer un PRI más participativo, moderno y juvenil, aunque la trayectoria del nuevo líder no augura avances en cuanto a democracia interna, sin duda las candidaturas de unidad y la disciplina partidista seguirán muy presentes.
Manlio Fabio Beltrones llega a la cúspide del PRI en un momento clave para su partido y para su carrera. Gracias a sus méritos en este sexenio cumple hoy su viejo deseo, ya veremos si en los próximos dos o tres años salta al gabinete y de ahí a la anhelada candidatura a la Presidencia.
Comentarios a jhealy1957@gmail.com
