¿Qué hay detrás de los alimentos orgánicos?

En los últimos años se han puesto “de moda” los alimentos orgánicos, incluso en los supermercados existen secciones especiales para este tipo de productos, pero más allá de esto ¿cuáles son los beneficios reales de consumirlos? ¿y qué pasa si no nos alimentos con ellos? Para aclararnos éstas y otras dudas sobre el tema, Doctor en Casa acudió con la nutrióloga y trofóloga de Sernatural, María Fernanda Serna Frías.

Como primer punto la especialista explica que un alimento orgánico es aquél que se produjo bajo condiciones agrícolas sustentables es decir no se utilizan pesticidas, herbicidas, fertilizantes ni aditivos sintéticos, no son transgénicos, por lo que se producen con el fin de nutrir el organismo humano protegiendo la salud de los consumidores, el equilibrio ecológico del lugar donde se producen y están libres de sustancias tóxicas o químicos potencialmente dañinos a la salud.

“El problema con los alimentos convencionales es que tanto los pesticidas y su origen transgénico (modificados genéticamente) pueden afectar la salud del consumidor, sin embargo cuando la persona tiene una alimentación correcta goza de un estado mejor, comparado a quien se alimenta de productos industrializados o comida rápida, que contienen ingredientes transgénicos y tóxicos”.

La especialista señala que se puede conseguir una alimentación correcta, aunque tus alimentos no sean orgánicos, “siempre y cuando se garantice una alimentación equilibrada, con las porciones correctas de alimentos frescos como frutas y verduras, otros como cereales y leguminosas, disminuyendo drásticamente los productos industrializados y comida rápida caracterizados por su contenido alto de aditivos, grasas, azúcares refinados, y sin valor nutrimental importante”.

Un punto importante que hace que la gente no compre los productos orgánicos es que su precio es mucho más elevado que el de los alimentos “normales” por eso algunas personas sólo adquieren ciertas cosas, lo cual sí es benéfico “pues estarás disminuyendo la exposición de tu organismo a los efectos de los pesticidas, herbicidas y fertilizantes sintéticos, así como de productos transgénicos. Frutas, verduras, cereales, leguminosas, de origen orgánico ofrecen un mayor contenido de vitaminas, minerales, antioxidantes, debido a las condiciones de producción utilizando fertilizantes y pesticidas orgánicos que no impactan al medio ambiente ni a la salud de los productores y consumidores”, señala Serna Frías.

¿Orgánicos chatarra?

Sin embargo, debemos tener en cuenta que vale la pena comprar un alimento orgánico siempre y cuando sí sea necesario y benéfico para la salud, pues actualmente contamos en el supermercado con más productos orgánicos que no necesariamente son buenos nutricionalmente hablando, “me refiero a galletas, jugos, botanas, y demás productos que tienen ingredientes orgánicos, pero su contenido en sal, grasa, azúcar, aditivos, le quitan el beneficio, además de que su costo es alto”.

Así que hay que poner mucha atención y comprar alimentos orgánicos que en realidad representen a una dieta saludable.

Un ejemplo de lo anterior, son las papas fritas, las cuales hace un par de décadas eran considerada comida “chatarra”, por sus ingredientes y ahora encontramos que las frituras que se venden contienen ingredientes transgénicos, muchos aditivos, colorantes, etc. Por lo que la industria saca al mercado una bolsa de papas fritas orgánicas y la ventaja que ofrecen es que sus ingredientes son papas, aceite y sal, pero no dejan de ser un producto alto en grasa y sal sin beneficios a la salud.

¿Orgánicos, saludables o naturales?

Otro punto que confunde a los consumidores son los diferentes términos “llamativos” que aparecen en los empaques asegurando que un producto es mejor que otro.

La nutrióloga explica los alimentos naturales se definen como aquellos que han sido cultivados, procesados, empaquetados y almacenados sin emplear aditivos químicos, mientras que los alimentos orgánicos son aquellos que en su producción se prohíbe el uso de plaguicidas, pesticidas o herbicidas, se respetan los tiempos de desarrollo natural, no se pueden utilizar antibióticos o anabólicos, ni producir en forma intensiva. Por su parte, un alimento saludable es aquél que carece de algún ingrediente, o no lo contiene en grandes cantidades, que pueda generar alguna enfermedad degenerativa cuando su consumo se repite.

Las palabras natural y saludable aparecen muy seguido en las etiquetas de alimentos procesados para promover su consumo, sin embargo hay que analizar los ingredientes del producto y elegir con conciencia, pues la pregunta es ¿si es un alimento “natural y saludable” por qué razón tiene más de 10 ingredientes y muchos de los cuales desconozco?, “no se dejen llevar por la publicidad, puedes hacer una alimentación saludable de forma práctica, con poco tiempo, accesible a tu presupuesto, nutricionalmente adecuada, que ponga a salvo a tu familia de los problemas de sobrepeso, obesidad y más enfermedades crónicas que son prevenibles”, subraya Serna Frías.

Cuestión de actitud

Por último, la nutrióloga y trofóloga alienta a la personas a hacer un cambio de hábitos para alimentarse mejor “es fácil, lo que hay que hacer es reorganizar el presupuesto destinado a la comida por ejemplo: reducir drásticamente el dinero destinado a productos industrializados (refrescos, jugos, consomés, cereales de caja, pan de caja, galletas, pastelillos, botanas, sopas y pastas instantáneas, comidas congeladas, enlatados, jugos, dulces, embutidos) para invertirlo en pan fresco como bolillo integral, arroz, quinoa, amaranto, nueces, almendras, cacahuates, lentejas, frijoles, garbanzos, frutas y verduras, agua, el gasto será mucho menor, estarás cubriendo las necesidades nutrimentales de tu familia a la vez que cuidas su salud y tendrás presupuesto para incorporar algunos de estos productos en su versión orgánica”.

“El problema con los alimentos convencionales es que tanto los pesticidas y su origen transgénico (modificados genéticamente) pueden afectar la salud del consumidor, sin embargo cuando la persona tiene una alimentación correcta goza de un estado mejor, comparado a quien se alimenta de productos industrializados o comida rápida”.

— María Fernanda Serna Frías,

nutrióloga y trofóloga de Sernatural