Gaymard trabaja la parte psicológica y espiritual de las personas con conceptos como el autoperdón, el perdón, la paciencia, la tolerancia, la paz y el amor. (El Siglo de Torreón / Jorge Téllez)
No era feliz y decidió serlo. Así empezó el milagro. Ahora, Michel Gaymard comparte su experiencia y aprendizaje a través de sus cursos y pláticas de Milagros. El título podrá sonar más apegado a un acto emanado de la divinidad, sin embargo, lo que Gaymard trabaja es la parte psicológica y espiritual de las personas con conceptos como el autoperdón, el perdón, la paciencia, la tolerancia, la paz y el amor.
La historia comenzó hace 10 años con un curso que tomó por una simple y sencilla razón:
"No era feliz, reconocí que no lo era porque no quería serlo. Las cosas que nos llevan a no estar felices son las cosas que guardamos a lo largo de nuestra vida, que no perdonamos, la práctica de todo esto es aprender a perdonarme a mí y a mi entorno a través de la comprensión", dice.
Cuando Gaymard comenzó con el curso de Milagros, empezó a cuestionarse toda la carga emocional que traía a cuestas que estaba llena de traiciones, abandonos, falta de amor, decepción y resentimiento.
"Al ver todo eso de pronto me dije, -a ver Michel, nadie te puede abandonar, sólo tú te puedes abandonar a ti mismo, nadie te abandona-, entonces lo que uno hace es aprender a poner en duda todo lo que piensas de ti".
Pero, ¿qué los hace tan atractivos? Volvemos a lo mismo. La gente no se quiere a sí misma y no es feliz.
Michael Gaymard explica que la mente tiene atributos que pueden ser luz, dicha y paz, en una parte y en la otra está el miedo, la separación, la pérdida, la escasez y la muerte.
Entonces, este curso te ayuda a saber desde qué lado de tu mente estás viviendo y experimentando el mundo.
Para esto, es necesario poner en duda lo que crees que eres, finalmente muchas cosas que aprendes desde pequeño crean un autoconcepto en gran medida negativo.
"Tenemos que aprender a darnos cuenta de que quizá lo que estoy pensando de mí, no es, es algo que aprendí, una interpretación, una cosa, es decir, -es que soy muy torpe-, no, tú aprendiste a hacer tonterías, no naciste siendo torpe, pero si yo me digo -yo soy torpe-, no me doy la oportunidad de cambiarlo, hay que aprender a poner en duda lo que uno se dice con certeza y a observar y vigilar qué opinión tengo yo de mí mismo y empezar a modificarlo, ahí empieza el milagro".
El conferencista comenta que la falta de amor propio es otra de las constantes en las personas, porque simplemente no los enseñaron a quererse, pero es normal cuando tampoco a sus padres o el entorno en el que se desarrollaron se los mostró.
En cambio, la culpa sí se aprende, porque todos te la enseñan, el castigo también, pero "no aprendemos a decir a mí me apruebo, sí me equivoqué, quién no se equivoca, pero cómo voy a saber hacia dónde dirigirme si no cometo un error, el error es un guía para saber lo que quiero y que no, con el curso buscamos cambiar esa idea".
Actualmente, el curso de Milagros es impartido en Torreón por Daniela Novoa en Casa Íñigo, y recientemente, Michael Gaymard acudió para compartir su experiencia e invitar a las personas que decidan ser felices a que asistan.
