Con el regreso del corredor Adrian Peterson, los Vikingos de Minnesota podrían tener una buena temporada. (AP)
En gran medida, la NFL es una liga predecible, pero siempre existe el factor sorpresa. Ese pequeño grupo de intangibles que convierten una derrota en victoria, a un jugador bueno en una súper estrella y a un equipo mediocre en uno competitivo.
Casi todos los años, hay un equipo que rompe todos los pronósticos para ubicarse en la postemporada.
VIKINGOS
Tras perderse prácticamente toda la temporada 2014 debido a una suspensión, Peterson, de 30 años, regresa con piernas frescas y una mentalidad de revancha, que sólo pueden beneficiar al quarterback de segundo año Teddy Bridgewater.
La ofensiva de Minnesota luce promisoria. Peterson atraerá la atención de las defensivas, y Bridgewater cuenta con un grupo de receptores jóvenes y explosivos, comandados por el polémico Mike Wallace y el versátil Cordarrelle Patterson. Estas herramientas hacen que Zimmer puedan enfocarse en su fortaleza, la defensa.
RAMS
Nick Foles, el quarterback procedente de Filadelfia busca ser la pieza clave para finalizar las penurias ofensivas de los Rams.
A la llegada de Foles se suma la del running back novato, Todd Gurley.
La defensa está en su lugar, en caso de que el ataque se acerque uno o dos pasos a ese nivel, San Luis podría salir de las penumbras.
GIGANTES
Eli Manning tiene cuatro cosas que presumir: dos anillos de Súper Bowl y dos de los mejores receptores de la NFL - cuando están sanos. Si Víctor Cruz y Odell Beckham Jr. pueden evitar las lesiones y coincidir en el terreno, entonces la ofensiva de los Gigantes está en buena posición para atraer reflectores.
En caso de que Mannning tenga un poco de apoyo del ataque terrestre, que le otorgue el suficiente tiempo para conectarse con Cruz y Beckham, la ofensiva de los Gigantes podría hacer el ruido suficiente, y de paso, salvar el empleo del coach Tom Coughlin.
Las malas noticias son que la defensiva número 29 en yardas permitidas en 2014 y no hizo mucho por reforzarse.