ENTRADA.- El caso de Ayotzinapa se ha convertido en un misterio tal, que no se tiene memoria de otro similar. Por su publicitación y número de autoridades que han intervenido para aclararlo parece ser un asunto indescifrable. Es por ello que sería muy interesante analizarlo vía una tentativa de reconstrucción de hechos.
Quizá esto podría ayudar a comprender tan inédito acontecimiento.
SOPA.- El 26 de septiembre sucedió lo siguiente: 1.- La Procuraduría General de Guerrero informó que seis personas fallecieron y otras 17 resultaron heridas durante tres hechos violentos en Iguala.
En conferencia de prensa el fiscal guerrerense Iñaky Blanco Cabrera, dijo que a las 21:30 horas del viernes ocurrió un primer incidente violento, cuando normalistas de Ayotzinapa tomaron por la fuerza tres camiones de la central de autobuses para dirigirse a su institución educativa. El mismo día: "policías municipales de Iguala persiguieron y balearon autobuses ocupados por normalistas", que uno de los autobuses baleado llegó hasta el Palacio de Justicia.
Que al interior de uno de ellos había 11 prendas de vestir ensangrentadas; Que sobre Periférico Norte se encontró un segundo autobús de los normalistas con dos cuerpos de los estudiantes; Que esa misma noche se registró una segunda agresión sobre la autopista Iguala-Chilpancingo a un autobús de turismo que transportaba jugadores de futbol, al que los policías también atacaron a tiros (debieron haberlo confundido con los estudiantes que perseguían); Que un tercer incidente se registró en la vía federal Chilpancingo-Iguala kilómetro 176 en donde fue encontrado un tercer autobús con impactos de bala.
Se trata de tres hechos violentos aunque ubicados en diferentes lugares, quedó comprobado que fueron policías municipales quienes persiguieron y dispararon a los normalistas; quedó probado que no intentaron detenerlos sino que fueron atacados directamente con fusiles. Uno de los detenidos, Julio César Mondragón fue encontrado desollado y con los ojos sacados de sus órbitas, lo que habla de la barbarie policiaca.
PLATO FUERTE.- El lunes 29 el fiscal de Guerrero (quien debe saber toda la verdad) reconoció que los policías se habían excedido en el uso de la fuerza. También se acreditó la participación del jefe de Policía de Iguala Felipe Flores Velázquez, primo del alcalde, en los hechos criminales; la población pidió la renuncia del alcalde José Luis Abarca Velázquez, quien confesó plenamente haber ordenado a Flores Velázquez resolver el problema de los "jóvenes encapuchados" que intentaban sabotear el acto del DIF organizado por su esposa María de los Ángeles Pineda. El 30 de septiembre el alcalde de Iguala pide licencia y desapareció con su cónyuge. Días después también pide licencia el gobernador Ángel Aguirre, quien desaparece de los medios.
Existen tres hechos torales debidamente acreditados: Que los alumnos se movieron esa noche en tres autobuses secuestrados en Iguala para trasladarse a la escuela en Ayotzinapa, aunque antes trataron de llegar al acto organizado por la esposa del alcalde para boicotearlo.
Que ante esa contingencia el alcalde ordenó a Flores, su jefe de policía, evitara el arribo de los jóvenes. Que en cumplimiento de esa orden Flores Velázquez (actualmente prófugo y quizá ya muerto) procedió a enfrentar y perseguir los autobuses disparándoles a discreción.
Posteriormente Flores Velázquez vació los camiones para entregar los estudiantes a los criminales de Guerreros Unidos. Hecho esto los narco criminales los condujeron a diversos sitios para asesinarlos y cremarlos.
Es muy importante resaltar que las últimas personas que vieron con vida a los normalistas fueron Flores Velázquez y los policías que lo acompañaban. Fueron ellos los que los bajaron, algunos aún con vida otros ya muertos, para asesinarlos y cremarlos, de ahí que ellos deben saber en dónde los entregaron y el destino a donde los llevaron los narcos.
Al día hay más 100 personas detenidas e investigadas principalmente los 22 policías al mando de Flores Velázquez quienes fueron los que balearon y entregaron físicamente a Guerreros Unidos. Ellos y el alcalde José Luis Abarca saben perfectamente la verdad; pero se da la lamentable situación de que ninguna autoridad ha podido sacarles esa verdad.
Por lo pronto la consignación del alcalde y su cónyuge no incluyó la desaparición y asesinato de los normalistas. ¿Entonces?
POSTRE.- Y uno se preguntaría: ¿Hasta cuándo podrá aguantar la sociedad mexicana burla de tal tamaño a la justicia? ¿Cuándo tiempo podrá manejar el gobierno federal esta "papa caliente" que parece no enfriarse nunca y sí calentarse más cada día que pasa?