Esta es una invitación a la reflexión, sin ánimo de apoyar a ningún candidato o partido político funcionario o gobierno. Todos queremos un México mejor y podemos unirnos en la promoción del bien común.
Hoy que son las elecciones no olvidemos que nuestro país es maravilloso: Con historia, cultura, tradiciones, gente trabajadora, creativa y alegre, con numerosos recursos naturales y todo lo necesario para tener una mejor calidad de vida. Con el trabajo de todos se genera el dinero que el gobierno debe utilizar en proyectos que garanticen: Seguridad, salud, educación, empleo y bienestar en general. Hoy elegimos con nuestro voto a los diputados que se encargan de crear o modificar las leyes para que todos vivamos en un país mejor y somos los ciudadanos los responsables de la elección de nuestros gobernantes. Si elegimos bien, vamos a estar bien. ¿Por qué hay pobreza, desempleo e inseguridad si nuestro país es tan rico en recursos y los mexicanos somos muy trabajadores? ¿Nos hemos preguntado qué responsabilidad tenemos en todo esto? Analicemos algunos puntos.
Conozcamos bien a todos los partidos y sus ideologías, así como a sus candidatos y sus propuestas. Cada partido defiende una ideología y a la hora de gobernar ésta puede convertirse en leyes, los candidatos(as) que están en contienda en Gómez y Lerdo representan a un partido. Algunos puntos importantes para analizarlos son su reputación, su fama, coherencia y valores; si habla siempre con la verdad. Es necesaria también la preparación académica adecuada para el cargo y que no se vea manipulada por otras personas dentro o fuera de su partido. No menos importante es la claridad de las propuestas y que respondan a los problemas que tenemos. Que sea una persona respetuosa de los demás candidatos, tolerante, sensible a las inquietudes de la gente y que ofrezca soluciones claras. Investiguemos y formémonos nuestro propio criterio. Cuando hay un candidato que ya ha tenido cargos preguntarnos si fue bueno y merece servirnos de nuevo.
En esta temporada se regalan despensas, aparatos electrónicos, artículos escolares, becas, apoyos o promesas de apoyos económicos, entre otros, creando redes de ciudadanos que tratan de tener "seguros". Nos debe quedar claro que lo que regalan es con dinero del pueblo que no nos obliga a nada, aunque tengan nuestros datos; Podemos votar por quien consideremos la mejor opción. Nuestro voto es libre y secreto.
Las redes sociales manejan información valiosa que nos pueden servir para crear nuestro propio criterio: Escritos, reportajes y videos que no circulan ni en el radio ni en la televisión. Se sugiere, sin embargo, investigar la fidelidad de la fuente y crear cada quien el propio criterio de lo que veamos.
Hoy no dejemos de acudir a las urnas a votar y no dejemos que nada ni nadie nos presione con algunas prácticas como: Gente promoviendo el voto que va hasta nuestras casas porque no nos hemos presentado en la casilla electoral; que nos pidan votar por quien nos dieron un regalo; que ofrezcan dinero en efectivo, dinero electrónico en una tarjeta o regalos por nuestro voto; que nos pidan tomarnos una "selfie" dentro de la casilla donde se vea el voto, para que luego la mostremos y recibir un pago. Éstas prácticas son sólo un botón de muestra, pues la variedad de prácticas es extensa. Recordemos que las autoridades electorales garantizan que las votaciones sean libres y secretas; por ello nadie puede acompañar a la hora de estar encerrado en la casilla. La dignidad de ciudadano no tiene precio: Ningún regalo nos obliga a votar sin razonar. PIÉNSALE, En la urna tenemos el poder y la libertad de elegir. ¿Queremos un México mejor? Votemos con libertad; si nos prestamos a cualquier práctica indebida, estamos siendo parte de la corrupción que tanto daño nos hace a todos.
A la hora de estar en las casillas electorales asegurémonos de recibir las boletas correspondientes y que nadie escriba en ninguna parte los números de folio de las boletas que recibimos. Unas sugerencias más:
No lo dejemos a la suerte; ya debemos saber por quién se va a votar como fruto de un análisis previo y un buen discernimiento (ver columna del domingo pasado), habiendo pensado en los candidatos, partidos, propuestas, antecedentes y trayectoria.
No votar por promesas de trabajo a un familiar o conocido; no votar "'por el que más nos dé" si no es para nosotros el candidato ideal estaríamos decidiendo por intereses personales y no de la nación.
No votar con el criterio del "menos peor", sino analizar bien trayectorias y propuestas.
Revisar en la boleta quiénes serán los suplentes.
Al salir de la casilla, en casa o por teléfono, si alguien quiere hacernos una encuesta para preguntarnos por quién votamos, no estamos obligados a dar esa información. Sólo basta con responder amablemente: "mi voto es secreto".
No nos dejemos llevar por lo que dicen las encuestas, tenemos la capacidad de razonar y decidir nuestro voto sin ninguna influencia o manipulación.
Demostremos nuestra educación, formación y valores a la hora de votar. Para que tengamos un México mejor, es necesario empezar por nosotros mismos. Hay personas que se quejan de muchas cosas, otras que han perdido la esperanza y ya no confían en los candidatos ni en los partidos; pero lo peor que podemos hacer es no votar. Si nos abstenemos y no nos presentamos, estamos dejando que otros decidan por nosotros. Si todos los que no salen a votar lo hicieran, ya habríamos hecho un cambio en el país. Hoy salgamos a votar y motivemos a la familia, vecinos, amigos y compañeros para que lo hagan. A los que hoy son funcionarios de casilla o representantes de algún partido, los felicitamos porque están ayudando a construir un México mejor; recuerden hacerlo con amabilidad, responsabilidad y entusiasmo, pues es un honor como ciudadanos. No fomenten, acepten o permitan prácticas indebidas. LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENES TÚ.
(Ideas basadas en un folleto de la ACM).
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