Región. Una turba se apoderó el parlamento en Yemen y lo disolvió, ayer en medio de protestas.
Los rebeldes chiíes proclamaron ayer viernes la toma formal del control de Yemen y la disolución del Parlamento, una maniobra espectacular que completa su arrebato del poder en el país más pobre de la región y en el que prospera una facción de Al Qaeda.
Manifestantes enfurecidos protestaron contra la medida de los rebeldes en mítines callejeros en varias ciudades, lo que generó temores de que se desate un intenso conflicto sectario entre los nuevos gobernantes de tribus chiíes de Yemen, conocidos como hutíes, y la mayoría suní privada de sus derechos.
La agitación podría fortalecer a la rama de Al Qaeda en Yemen, considerada la más peligrosa de ese movimiento terrorista, y complicar las operaciones antiterroristas estadounidenses en este vecino sureño de Arabia Saudí. Aunque los rebeldes hutíes son enemigos acérrimos de Al Qaeda, también son hostiles a Estados Unidos y glaciales hacia los saudíes, donde predominan los suníes.
Irán, el país chií más poderoso de la región, aparece en el panorama como un posible apoyo crucial.
Eric Schultz, portavoz de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos está "profundamente preocupado con este paso unilateral", pero insistió en que la declaración de los hutíes como el verdadero gobierno de Yemen luego de una insurrección de cuatro meses no afectará los esfuerzos estadounidenses contra el terrorismo allí.
Partidarios de los hutíes llenaron la plaza central en Saná, la capital yemení, para celebrar la culminación de su golpe de Estado. Lanzaron fuegos artificiales y ondearon banderas que contenían la consigna "Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición sobre los judíos y victoria para el Islam". El amenazador mensaje es similar a los que corean milicianos chiíes en Irak y Jezbolá, la milicia chií predominante en Líbano.
Líderes hutíes declararon que su Comité Revolucionario -un panel de altos funcionarios de seguridad y de inteligencia- es la nueva autoridad gobernante suprema de Yemen. La declaración, leída en la cadena de TV Al-Masseria de los rebeldes, prevé "una nueva era que llevará a Yemen a un puerto seguro".
Pero los hutíes, que tradicionalmente suelen radicar en el norte de Yemen junto a Arabia Saudí, no controlan todo el país. Fuerzas secesionistas y tribus poderosas en el sur de mayoría suní probablemente enfrentarán con violencia cualquier esfuerzo de los hutíes para ejercer el control allí.
El personaje secesionista más destacado, Salé Yahia Said, declaró que su objetivo es asegurar un estado independiente de Yemen del Sur. Los líderes de varias ciudades sureñas advirtieron que nunca recibirán órdenes de Saná desde el centro del país.