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RECETAS PARA LA VIDA

QUÉ SE HACE CUANDO LOS HIJOS TIENEN MAESTROS Y COACHES INJUSTOS

Becky Krinsky

Nadie tiene el derecho de lastimar, ignorar o humillar a nadie. No importa si su intención tiene una buena justificación.

Qué impotencia como mamá es ver cómo tu hijo sufre las injusticias de un mal profesor o un coach deportivo, cuando hay adultos irresponsables o malditos que no tienen intenciones de ayudar a sus alumnos porque están cegados por su poder. Cuando éstos eligen a sus alumnos prodigios favoritos y los levantan haciéndolos sentir importantes, queridos y con mucho futuro fabuloso, ya que éstos tendrán mejores posibilidades para triunfar.

Pero qué pasa cuando ese mismo poder que tienen estas personas para crear y ayudar lo mal utilizan para discriminar, hundir y lastimar. ¿Cuántos niños hubieran podido ser grandes futbolistas y han dejado de jugar simplemente por las exigencias y las críticas tan severas de sus coaches? Cuántos otros niños que no pudieron aprender al compás de todos los alumnos de su salón, crecieron sintiéndose tontos y prefirieron no estudiar más, ya que los maestros dejaban que sus compañeros se burlaran de ellos y nunca les regalaron dos minutos de atención para dedicarles un poco más de tiempo para enseñarles a leer o a entender el tema que se les dificultaba más que a los demás…

Cuando los adultos son la autoridad, y tienen la responsabilidad de guiar y formar ya sea niños o jóvenes, deberían de tener mucho más conciencia del compromiso de su trabajo. Porque no sólo constituyen un ejemplo para algunos, son quizá la única posibilidad que tengan para poder cambiar su realidad.

Hay algunas personas que se engolosinan con su posición, que pierden la visión de su trabajo, en lugar de educar, formar, inspirar y motivar a sus alumnos o a su equipo, lo único que hacen es lastimar según "por el bienestar de los alumnos o por el bien del equipo", olvidándose que su trabajo no era sólo ganar el torneo u obtener el título del mejor maestro del vecindario, sino formar personas íntegras, motivadas y seguras que se sientan seguras de sí mismas y además como una ganancia secundaria, ganar la medalla y subirse en el podio de los ganadores.

La cuestión aquí es como padre que puedes hacer cuando ya viste que el maestro está lastimando a tu hijo y la escuela no te apoya, que haces cuando tu hijo quiere jugar un deporte y el coach insiste en no dejarlo jugar, a pesar de que el niño efectivamente es bueno…

Tiene que haber padres responsables, con suficiente compromisos para apoyar a sus hijos y compensar el daño que estos malos maestros y coaches pueden hacer. Como padres, hay que estar PRESENTES. Hay que luchar con prudencia y apoyar a los hijos, porque nadie tiene el derecho de quitarles el autoestima que en momentos es tan frágil.

No es lo mismo luchar adulto contra adulto y tener la misma posibilidad de defenderse que una lucha entre un adulto y un joven o un niño donde no tienen la misma posición ni la misma perspectiva.

La receta

Protegiendo a tus hijos.

Ingredientes

1 rebanada de buen ojo - buscar siempre cualidades positivas en los demás.

1 cucharada de conciencia - reconocer la importancia de la confianza.

1 taza de responsabilidad - obligación moral de actuar correctamente sin perjudicar.

2 piezas de autoestima - validar y nutrir el valor y amor propio.

1 manojo de integridad - fortaleza para cuidar y luchar por los hijos.

Recomendación del chef

A pesar de que los maestros y los coaches son importantes y en muchos casos ayudan, uno como padre siempre tiene que estar al pendiente de sus hijos. Escúchalos, apóyalos y demuestra que sus sentimientos son importantes, así los vas a proteger de las personas que los pueden intimidar.

Cómo proteger a los hijos de los adultos injustos

Recuerda que los maestros y coaches también tienen problemas personales. No juzgues antes de tratar de hablar con ellos y darles el beneficio de la duda. Lo mejor sería arreglar los malos entendidos lo más pronto posible.

Los hijos deben de sentir el apoyo y la confianza incondicional de sus padres. Crear comunicación clara y sincera es la base de la confianza y la educación exitosa. Es importante aprovechar todas las oportunidades para acercarse a los hijos.

Cuando no se puede cambiar la situación por lo menos se debe de aprender la lección. Hay veces que es imposible hacerse entender con los maestros o los coaches, por lo que lo único que queda será enseñarle a los hijos a lidiar con gente difícil y a poder fortalecer su carácter.

Los mejores aprendizajes vienen de las personas que menos se espera, sólo hay que estar abierto a poder entender las lecciones que éstos ofrecen.

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