Unidos. Las organizaciones civiles criticaron con dureza a la Cancillería.
Un grupo de 28 organizaciones no gubernamentales y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos -conformada por 75 asociaciones de 12 entidades del país- recriminaron al presidente Enrique Peña Nieto las recientes declaraciones emitidas por representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en relación con los Informes del Relator Especial de Naciones Unidas sobre Tortura, Juan Méndez, y del Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas.
En una misiva señalaron que "es inaceptable" que Relaciones Exteriores rechace que la tortura sea generalizada en México sin sustentar sus afirmaciones y sin explicar el "alarmante" aumento del número de quejas registradas por tortura y malos tratos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y las comisiones estatales de derechos humanos desde 2006, así como el incremento de averiguaciones previas iniciadas por la Procuraduría General de la República (PGR) por este delito.
Indicaron que la falta de reconocimiento de la situación real del país y de los desafíos que enfrenta en materia de derechos humanos "representa un retroceso para la consolidación democrática de un Estado de derecho", en el país.
La carta fue suscrita por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Grupo de Información en Reproducción Elegida, el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, el Instituto para la Seguridad y la Democracia, y la asociación civil Servicios y Asesoría para la Paz, entre otras agrupaciones, mismas que dejaron en claro su rechazo a la negativa tajante del gobierno mexicano de dialogar con ellas para alcanzar acuerdos "y visiones más específicas sobre la problemática planteada".