La familia Barba Cortés, originaria de Juanacatlán, Jalisco, es una de las que en su época aportó más jugadores profesionales al futbol mexicano, siendo cinco: Leopoldo, Javier , Leonardo, Salvador y Carlos, todos ellos delanteros, habiendo jugado en varios equipos de Primera y Segunda División. Los primeros tres radican en La Laguna desde hace años.
Leopoldo, el mayor de la dinastía Barba Cortés, inició su carrera en la década de los años sesentas en el desaparecido equipo Nacional de Guadalajara de Segunda División. "Polo'' formó parte del plantel que ascendió a Primera División en la temporada 1960-1961, al mando del técnico argentino Javier Novello.
De los Pericos del Nacional fue transferido Leopoldo a los Jabatos de Nuevo León de Segunda División, con los cuales escribió su propia historia durante las siete temporadas que militó en este equipo, con el cual ascendió a Primera División en 1966 en un partido de desempate contra el Tampico, celebrado en el Estadio de La Martinica de la ciudad de León, ya que habían obtenido 47 puntos cada uno durante el torneo regular. Los Jabatos derrotaron al Tampico por dos goles a cero y ascendieron.
Antes de esto "Polo'' hizo un paréntesis con los Jabatos para ir a reforzar al Veracruz a su regreso a Primera División en 1963 mediante un torneo promocional para aumentar de 14 a 16 el número de equipos en Primera División. Con los escualos jugó de 1963 a 1965 al lado del inmortal Waldir Pereira, "Didi''. Leopoldo concluyó su carrera con los Tigres en 1973.
Javier Barba Cortés, segundo de la dinastía Barba, jugó varias temporadas en el Campeonísimo Guadalajara de la década de los años sesentas, habiendo sido titular en la conquista de dos campeonatos en las temporadas 1963-1964 y 1964-1965. Javier tuvo una destacada actuación en la gira que realizó Chivas por Europa en 1964, en la que enfrentó a los mejores equipos del Viejo Continente, entre ellos al Sevilla y al Valencia de España.
Javier llegó al desaparecido equipo Laguna en la temporada 1969-1970, con el cual concluyó su carrera en 1972, siendo uno de los goleadores históricos de la Ola Verde con 19 tantos. Leopoldo y Javier tuvieron varios llamados a la Selección Nacional.
Leonardo, el tercero de la dinastía Barba Cortés, debutó a principios de los setentas con el desaparecido equipo Jalisco, del cual fue transferido al Laguna y después a los Diablos Blancos del Torreón, con los cuales militó en la temporada 1973-1974.
Salvador, el cuarto de la dinastía, fue el anotador del gol que le dio el ascenso a Primera División a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara en la gran final de ascenso de la temporada 1974-1975, en la cual vencieron al Irapuato por la mínima diferencia.
Carlos, el quinto de los Barba Cortés, jugó con Chivas en la década de los años setentas, siendo compañero de equipo de Fernando Quirarte, José Manuel "Chepo'' de la Torre, Benjamín "El Maestro'' Galindo y Eduardo "Yayo'' de la Torre.
La familia Barba Cortés tiene un récord sin precedente en el futbol mexicano: el haber aportado cinco jugadores con una gran trayectoria cada uno, por lo cual merecen ser tomados en cuenta como candidatos al Salón de la Fama del Futbol de Pachuca. Antonio Moreno, director de este recinto, debe analizar la trayectoria de Leopoldo, Javier, Leonardo, Salvador y Carlos Barba Cortés, como un acto de elemental justicia, para determinar su ingreso a dicho salón.
¡Hasta la próxima!
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