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Recuerdos del Ayer

SERGIO LUIS ROSAS

El pasado martes ocho dejó de existir Alfredo Jaime Miranda, mejor conocido como "Rascacielos'', autor de "las meras meras calaveras laguneras', comediante, maestro de ceremonias en la Caravana Corona en las décadas de los años sesenta y setenta, asistente de productores cinematográficos y actor principal del rescate de "El Torreoncito'' de La Alianza y de las instalaciones de Jabonera La Unión para convertirlas en el Complejo Deportivo Jabonera.

Alfredo Jaime Miranda nació el 15 de abril de 1937 en la colonia Torreón Viejo, hijo del ferrocarrilero Juan Jaime Martínez y de Luisa Miranda Vela. Fue testigo del acontecer diario y desarrollo de la Comarca Lagunera, que supo plasmar de una manera magistral con una prosa sencilla y amena, tal y como era él en vida.

"El Rascacielos'', llamado así por su estatura, fue en su juventud comediante, era anunciado como "El Cómico de Altura''. Fue animador de los mejores centros nocturnos de la región, miembro de la Asociación Nacional de Actores y miembro honorario de la Asociación de Locutores de La Laguna.

Su preparación académica fue como la de los jóvenes de su época, estudió para Contador Privado en la Escuela Comercial Treviño, pues en aquel entonces no había tantas universidades en Torreón como hoy en día, sin embargo, eso no fue obstáculo para que se dedicara con gran pasión y entrega a escudriñar los personajes populares de Torreón, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo.

A partir de 1955 y durante 60 años editó en forma ininterrumpida Las Calaveras Laguneras, "ésas son las meras meras'', escritas en una prosa popular que reseñó por seis décadas personajes de la vida de la Comarca. Lo mismo le dedicaba una calavera a un limosnero que a un encumbrado político o funcionario público, siempre con respeto, aunque con sarcasmo.

Fue un cronista urbano de personajes y actividades que otros cronistas no reseñaron. Escribió sobre alrededor de 300 personajes de diferentes clases sociales, nacidos en esta región o residentes de ella, incluyendo a los de otras nacionalidades: deportistas, loncheros, bailarinas de centros nocturnos, meseros, boleros, menuderos, comerciantes, propietarias de fondas, vendedores de fritangas, promotores de box y lucha libre, peluqueros, doctores, intelectuales, periodistas, profesores, toreros, dibujantes y carniceros de los mercados Alianza y Juárez.

Esa amalgama de personajes las consignó en dos libros: "Cien personajes populares de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo'', editado en el año 2007 en ocasión del Centenario de Torreón como Ciudad, y en ¡No cierren que falto yo!, publicado en 2012, que incluye otros 101 personajes populares. Lo título así por aquella frase que se utilizaba para "colarse'' a una fiesta sin contar con invitación.

A mediados del 2008 me solicitó un reportaje sobre el abandono en que se encontraban las instalaciones de la antigua Jabonera La Unión y el saqueo que sufrían a diario, proponiendo convertirlas en un complejo deportivo y cultural. En compañía del Profr. Salomón Atiyhe Estrada hicimos un recorrido por la desaparecida empresa.

Durante el mismo recordó emocionado el campo de béisbol que había en La Jabonera, en donde con frecuencia entrenaba el equipo Unión Laguna en su regreso a la Liga Mexicana en 1946 con Martín Dihigo como manager, con peloteros de la talla de René Monteagudo, Woody Bell, George Hausman, Conrado "Babalú'' Pérez, Pedro Ramírez, Buck Tunner, "Chanquilón'' Díaz, Alejandro Crespo y Carlos Colas, entre otros.

 RESCATó "EL TORREONCITO''

A fines de 1986 Alfredo Jaime Miranda y Francisco Fernández Torres iniciaron el rescate del "Torreoncito'' del Mercado Alianza, que era propiedad de la Fundación Gabriel Alarcón Chargoy, toda vez que se trataba del símbolo de nuestra ciudad. "Rascacielos'' le solicitó al entonces vocero oficial del Ayuntamiento que le ayudará a redactar la solicitud de donación.

El 12 de diciembre de ese año fue a la Ciudad de México para visitar a la Virgen de Guadalupe y aprovechó para entrevistarse con el Lic. Emilio Valerio, apoderado jurídico de dicha fundación.

"Vengo a suplicarle de la manera más atenta, a pedirle a la fundación Gabriel Alarcón la donación del Torreón que es el símbolo de nuestra ciudad''. El Lic. Valerio le respondió que antes habían ido otras personas con la misma solicitud, Alcaldes, Diputados y líderes, pero la familia Alarcón no quería nada con políticos. "Rascacielos'' contestó que él no era político, sino simplemente un vecino de la colonia Torreón Viejo que venía a suplicarle ese torreoncito.

El Lic. Valerio le pidió su nombre, dirección y teléfono para comunicarse con él, y anticipó que no le aseguraba nada, pues la familia Alarcón salía en esa temporada de viaje a Europa y duraban dos o tres meses. A mediados de 1987 "Rascacielos'' recibió una llamada del apoderado jurídico, quien le comunicó que su petición había sido concedida por la Fundación Gabriel Alarcón.

Un hombre del pueblo logró lo que no habían conseguido Presidentes Municipales, Diputados y líderes, su sencillez y humildad convenció a la familia Alarcón Velázquez para que donara "El Torreoncito'' de la Alianza a la ciudad de Torreón, cuyos habitantes lo recordarán por siempre. ¡Descanse en paz Alfredo Jaime Miranda, "Rascacielos'!

¡Hasta el próximo miércoles!

Slrosas@hotmail.com

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