(Segunda parte y última)
Todo parecía que La Laguna se convertiría en la ciudad más importante en materia deportiva, arriba de Saltillo, Monterrey, Chihuahua, Ciudad Juárez, Sonora y Baja California con la creación del Centro de Capacitación de Alto Rendimiento, pero no fue así.
A mediados de 1989 se celebró una reunión entre Raúl González Rodríguez, Director Nacional de la CONADE, y los dirigentes del deporte en La Laguna. La reunión tuvo lugar en la parte alta del Gimnasio de la Unidad Deportiva Torreón.
El presídium estuvo ocupado por Raúl González, director de la CONADE, el arquitecto Jorge Murguía, director de Instalaciones Deportivas a nivel nacional, el Lic. Heriberto Ramos Salas, alcalde de Torreón, Carlos Padilla Muñoz, delegado de la CONADE en ese entonces en La Laguna y el profesor Jesús Martell García del Instituto Municipal del Deporte.
Todo iba bien, hasta que Alfonso Díaz Couder, mejor conocido como "El Popas", Presidente de la Asociación Lagunera de Beisbol, exigió en tono severo a Raúl González que se reconociera legalmente al Distrito Deportivo Laguna y que ellos, los dirigentes del deporte lagunero, designaran al delegado del Distrito Deportivo Laguna, y que no fuera impuesto por el directivo del deporte a nivel nacional.
Raúl González no dudó en decirles que si ellos querían designar a su dirigente, que propusieran una terna para la tarde de ese día. A las 19:00 horas recibió una propuesta a favor de Rodolfo Ayup Sifuentes, como único candidato para ser el Delegado del Distrito Deportivo Laguna.
Al término de la reunión Raúl González platicó con los entonces dirigentes de la Conade en La Laguna, Carlos Padilla Muñoz, Jesús Fermín Flores Rivera y Francisco García, y en un tono de molestia les comentó: "Si ellos quieren a su candidato y no quieren que me meta yo, que lo pongan, pero no tendrán un peso de la federación". Esta conversación se dio en una de las suites del Hotel Paraíso del Desierto, hoy Hotel Marriot.
Esa misma noche le fue tomada la protesta a Rodolfo Ayup Sifuentes como Delegado de la Conade, en la creencia que se conservaba el Distrito Deportivo Laguna, pero fue todo lo contrario.
Raúl González regresó esa misma noche a la Ciudad de México para no volver a Torreón, después de lo sucedido vino una sola vez a La Laguna, pero sólo visitó San Pedro, Coahuila, para entregar unas canchas deportivas.
No sólo cumplió su promesa de no dar un peso a la delegación del Distrito Deportivo Laguna, sino que dio vía libre a su desaparición. Todo parece indicar que Raúl González, quien caminaba todos los días en los jardines de Los Pinos con el Presidente Carlos Salinas de Gortari, lo puso al tanto de aquella osadía de oponerse en forma tan irreverente al representante presidencial.
El ambicioso proyecto millonario del Centro Deportivo de Alto Rendimiento Laguna se perdió en el olvido y Raúl González jamás regresó a Torreón, aunque la Deportiva de la Compresora sí fue terminada.
Tres meses después de haber tomado posesión como Delegado, Rodolfo Ayup Sifuentes fue a la Ciudad de México con la intención de entrevistarse con el titular de la CONADE, pero Raúl González no lo recibió. A los pocos días Rodolfo renunció al cargo, con él se fueron los sueños del Distrito Deportivo Laguna, porque Raúl González movió las piezas a nivel nacional para que los deportistas laguneros se incorporaran a las delegaciones de Coahuila y Durango.
Hoy el Distrito Deportivo Laguna no sólo es un sueño imposible, sino un fantasma de algo que pudo ser.
¡Hasta el próximo miércoles!
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