Sólo hay una cosa peor que un gobierno autoritario, uno cobarde. En México parece que no hay de otro tipo. Hemos visto durante años a los gobiernos de Oaxaca ponerse de rodillas ante la sección 22 de la CNTE y responder a presiones y extorsiones entregando dinero público y privilegios. Hoy el gobierno federal cae en la misma cobardía.
Este pasado 29 de mayo la Secretaría de Educación Pública anunció la suspensión indefinida de todas las evaluaciones educativas. Se trata de una rendición incondicional ante la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Todo el esfuerzo de la reforma educativa, quizá la más importante de este sexenio, se desploma en el momento en que se elimina uno de sus pilares fundamentales: la evaluación de maestros para el ingreso, promoción o permanencia en las aulas.
La información disponible sugiere que la orden llegó desde la Secretaría de Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong. El presidente Enrique Peña Nieto debe haberla aprobado. El propio secretario de educación pública, Emilio Chuayffet, no ha dado la cara ante un acto que equivale a derogar una reforma educativa para la cual se enmendó la Constitución y que se ha promovido como uno de los grandes logros del actual régimen.
Si la aprobación de la reforma educativa fue en su momento objeto de una gran celebración y cobertura de medios, la cancelación se ha tratado de deslizar subrepticiamente con un comunicado de apenas dos párrafos. El documento la justifica "por motivo de nuevos elementos a considerar", los cuales no se detallan. Da la impresión de que la SEP no está orgullosa de la rendición.
La sección 22 ha conseguido su triunfo a base de presiones y chantajes. Este lunes 1ro de junio inicia un nuevo paro ilegal de labores como los que ha realizado a lo largo de los últimos 35 años en Oaxaca. El paro es ilegal porque no ha habido un emplazamiento a huelga y porque las secciones no detentan la titularidad del contrato colectivo de trabajo. La sección, por otra parte, va a desplegar su fuerza en la ciudad de México esta semana. El propósito es recalcar que ella, y no el gobierno de la república, tiene el poder. Si durante mucho tiempo la SEP se quejó de que el gobierno de Oaxaca no mostraba firmeza ante el sindicato, hoy el gobierno federal demuestra que es tan débil como el de Gabino Cué.
Las demandas de la CNTE son políticas y no laborales. Exige cancelar la reforma educativa, cosa que ya ha logrado, pero también las elecciones de este 7 de junio. Ningún gobierno que se respete en el mundo aceptaría siquiera discutir demandas de este tipo. Pero un débil presidente mexicano, con bajas cifras de aprobación y una elección en puerta, ha preferido sacrificar la reforma educativa antes que dar la batalla por ella.
La experiencia nos dice que ceder ante un extorsionador sólo agrava las cosas en el futuro. La sección 22 ya demostró que puede derrotar al gobierno federal. Esto es un ejemplo para otros grupos de poder que buscarán también doblegar a la autoridad para obtener recursos o beneficios. Si ya la vida en la ciudad de México es una pesadilla de manifestaciones y bloqueos, la situación se deteriorará.
El presidente Peña Nieto quiere sobrevivir a una tormenta política y a las elecciones del próximo 7 de junio traicionando su reforma más importante y de paso a los alumnos de todo el país. ¿Qué podemos esperar en el futuro de un mandatario que no pudo resistir la presión y se rindió a las exigencias de uno de los muchos grupos de poder? Un gobernante que escoge la rendición incondicional como su forma de gobernar está condenado a terminar mal su gobierno.
PRUEBA DE SONIDO
De las 3:45 a las 5:00 de la madrugada ayer domingo el gobierno de la ciudad de México hizo "pruebas de sonido" en Reforma y Niza con ruido por arriba de los 100 decibeles, cuando la norma de la Secretaría de Medio Ambiente es de 62. El gobierno capitalino viola sus propias normas y tortura a vecinos y huéspedes de hoteles.
Twitter: @SergioSarmiento