Cultura Cultura columnas editorial

Regresa Calder a México

“Calder: derechos de la danza” es la nueva muestra del Museo Jumex

Experiencia. La obra de Alexander Calder no puede apreciarse mediante las simples imágenes, es necesario vivir la experiencia, resalta el nieto del artista y curador de la muestra del Museo Jumex.

Experiencia. La obra de Alexander Calder no puede apreciarse mediante las simples imágenes, es necesario vivir la experiencia, resalta el nieto del artista y curador de la muestra del Museo Jumex.

EL UNIVERSAL

Esa idea que tuvo Alexander Calder de "componer movimientos" adquiere otros sentidos en las dos salas del Museo Jumex, donde se desde ayer se exhibe la muestra "Calder: derechos de la danza".

"Justo como uno puede componer colores o formas, uno puede también componer movimientos", escribió Calder en 1933.

En ambas salas del museo, las esculturas de alambre, las esculturas mobiles y las stabiles (móviles y fijas), junto a dibujos, pinturas, fotografías y piezas de joyería ocupan el espacio de una forma sutil, generan sombras juguetonas, abren vacíos.

Considerado como uno de los artistas que en el siglo XX cambió la forma de hacer escultura y que redefinió la historia del arte a partir de la transformación del espacio, Calder (Filadelfia, Estados Unidos, 1898-1976) regresa a México luego de 25 años, aproximadamente, de su última exposición, que estuvo en el que fue el Centro Cultural de Arte Contemporáneo de Televisa.

Ahora, la muestra es mucho más grande y completa: abarca más de 100 obras realizadas entre 1927 y 1975 en muy diversos materiales y como resultado de muchas investigaciones. Casi todas las obras provienen de la propia Fundación Calder que preside Alexander S.C. Rower, nieto del artista y curador de esta muestra.

Las piezas de la exposición, tanto en la museografía como en los propios contenidos e investigaciones que se llevarán a un libro a publicarse dentro de dos meses, expresan en gran medida los vínculos de Calder con México, vínculos muy asociados al nombre y la obra de Mathias Goeritz, así como a los de Tamayo y Germán Cueto.

El nombre de la muestra proviene precisamente de una nota del crítico Juan García Ponce, quien en 1968 escribió que Calder es "el perpetuador de inesperadas formas de equilibrio que conquistan para la escultura los derechos de la danza".

Entre las obras también se puede ver, por primera vez en México, tres que forman parte de su serie de paneles o marcos, piezas que claramente son esculturas, pero que se tornan en pinturas, que se enmarcan en el concepto de la pintura: "Snake and the Cross", "White Panel" y "Red Panel". De las grandes esculturas están "The big ear" y "La grande vitesse".

 EMOCIONES EN MOVIMIENTO

La museografía que conjuga la arquitectura del edificio con el sentido de las piezas de Calder, es una propuesta concebida por la arquitecta Tatiana Bilbao: "El primer contacto de Calder con México fue a través de Mathias Goeritz, fue una relación muy intensa, amplia, era importante relacionarlos pensando en la arquitectura emocional de Goeritz. Fue generar una museografía que trata de disfrutar la obra de Calder a partir de una emoción, explicó la arquitecta.

En la sala tres hay esculturas más ligeras, junto a pinturas y dibujos; en la sala dos se encuentran algunas piezas de mayores dimensiones y peso. El nombre de mobiles para esas esculturas colgantes lo dio Marcel Duchamp; las fijas se conocen como stabiles, nombre que dio Jean Arp, explicó Patrick Charpenel, director del Museo Jumex, durante un recorrido por la muestra. Ambos tipos de esculturas parecen generar un juego de equilibrio, gravedad, fuerza; las unas están cambiando todo el tiempo, son ligeras y parecen frágiles; las otras son grandes piezas, fuertes, pesadas, contundentes.

 LA GRAVEDAD AL LÍMITE

De las características de esas piezas, habló Charpenel: "Más que tridimensionales parecen ser multidimensionales. Algunas cambian de un lado a otro, la configuración es diferente de un día a otro. Calder es alguien que toma conciencia de que la escultura no sólo es volumen sino que también es gravedad. Uno de los primeros que tomó conciencia del peso y la gravedad fue Rodin, pero Calder fue quien llevó más lejos esa idea, quien lo radicaliza. Los factores físicos desempeñan un papel importantísimo dentro de la obra de Calder. Además es de los primeros que empieza a producir de una manera muy industrial, es producto de la Revolución Industrial, ya no es la artesanía manual".

Entre las obras se puede ver una maqueta del "Sol rojo", que es muy conocida para los mexicanos, puesto que la obra original se halla a unos pasos del Estadio Azteca y es una de las esculturas que integran la Ruta de la Amistad, proyecto en el que Calder participó por invitación de Goeritz.

"Calder. Derechos de la danza" es la nueva exposición que presenta el Museo Jumex, tras la polémica e incomprensible cancelación de la muestra de Hermann Nitsch.

 PATRICK CHARPENEL

Alexander S.C. Rower, quien tenía 13 años cuando murió su abuelo, creó en 1987 la Fundación Calder, que ha documentado la existencia de más de 23 mil obras únicas del artista.

Rower detalló que su trabajo consiste en difundir la obra de Calder: "La primera misión es el archivo, luego el programa de educación y un programa de exhibiciones, para los siguientes cuatro años hay un programa de 23 exposiciones".

Preserva valioso legado

Muestra

Algunas obras que se exhiben son:

⇒ Snake and the Cross

⇒ White Panel

⇒ Red Panel

⇒ Sol rojo (maqueta)

⇒ The big ear

⇒ La grande vitesse

Leer más de Cultura

Escrito en: Alexander Calder Museo Jumex

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Experiencia. La obra de Alexander Calder no puede apreciarse mediante las simples imágenes, es necesario vivir la experiencia, resalta el nieto del artista y curador de la muestra del Museo Jumex.

Clasificados

ID: 1098591

elsiglo.mx