Qué momento tan oportuno para cerrarlo. En medio del verano y con el inicio formal de las vacaciones de gran parte de la burocracia y encima de todo, con un tema que devora por motivos de morbo casi toda la agenda informativa; resulta que se ha llegado a un acuerdo de restructuración de la megadeuda de Coahuila.
Según la información disponible, el secretario de Finanzas del Estado de Coahuila, Ismael Ramos, logró con los bancos acreedores una restructura que aligerará la carga financiera que penderá por tres generaciones de coahuilenses, ya que una de las novedades, es pasar de un plazo de 20 años a uno de 30, lo cual en principio de cuentas no necesariamente significa que se consigue de suyo un ahorro de la tasa de interés, que eso aparentemente sí se consiguió, pero el refinanciar el plazo de 25 a 30 años no es más que sencillamente reducir el monto de los abonos que se tienen que ir pagando. En este caso, se dice que se tendrán "ahorros" (a priori, me parece que es lo dicho, le bajaron al monto del abono, pero esta hipótesis puede ser derribada) de más de 3 mil millones 100 millones para los tres años (corrección: quedan dos años, 4 meses y días para concluir el período del gobernador Rubén Moreira)
Tres meses informan que duró este período de negociación, misma que fue realizada en la ciudad de México y que de acuerdo al gobierno coahuilense se ha llegado a buen puerto. La megadeuda se consolidó en el período del gobernador sustituto Jorge Torres, hoy prófugo de la justicia americana por el delito de lavado de dinero, allá en 2011. Evidentemente el colosal endeudamiento se fincó en el gobierno de Humberto Moreira, quien en 2005 había recibido de su antecesor Enrique Martínez y Martínez las arcas estatales libres de empréstitos bancarios. Había cuentas por pagar a proveedores que Martínez le heredó al gobierno del profe, pero éstas no rozaban los 400 millones de pesos. Una bicoca comparada con la megadeuda de los casi 38 mil millones que debemos todos los coahuilenses.
La realidad es que no queda otra, que pagar, "haiga sido como haiga sido" poco se puede hacer para escapar de pagar esas decenas de miles de millones de pesos, y qué bueno que los actuales funcionarios estatales busquen permanentemente obtener mejores condiciones para cubrir ese monumental crédito.
Es importante puntualizar que el gobierno coahuilense está en todo su derecho de que año con año busque obtener la mejor tasa de interés posible, que es al fin, lo único que beneficia en realidad el patrimonio estatal. El que el plazo se alargue le es conveniente a la administración en turno, que lo que quiere es destinar el menor monto posible al pago de servicio de deuda. La lógica de este pensamiento es muy simple, que el gobierno que siga, pague; por lo pronto el presente entre más recursos pueda destinar a otras cosas que a abonar, le dará mucho más réditos políticos en el momento.
Así pues, con todo y todo por supuesto que es una buena noticia para Coahuila este convenio modificatorio para con sus acreedores, que son otros grandes beneficiarios de este monumental atraco a Coahuila. Hay que reconocer la capacidad de negociación para lograr estas nuevas condiciones. Sin embargo, y aunque los actuales gobernantes saben que el tema de la megadeuda no está más en el grueso del electorado, por lo que para ellos no es estorbo en sus naturales planes de perpetuarse como grupo en el poder, es menester para los ciudadanos de a pie seguir clamando para que los responsables de que la adquisición de parte de ese pasivo se hiciera de manera ilegal, respondan ante la justicia lo que por ley les corresponde. Por el momento, qué bueno que renegociaron.