Amenazas. El padre Marcelo Pérez Pérez, de origen tzotzil, fue amenazado de muerte por los criminales.
Los obispos de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz, respectivamente e integrantes del Colegio de Consultores y los Agentes de Animación y Coordinación Pastoral, respaldaron al párroco del municipio de Simojovel, el tzotzil Marcelo Pérez Pérez, quien ha sido amenazado de muerte por exigir que se combata el presunto tráfico de drogas y armas en esa región del norte de Chiapas.
El sacerdote y la población demandan además el cierre de prostíbulos, bares y supuestos actos de corrupción en el Ayuntamiento.
En una carta pública, ambos obispos y el Colegio apoyaron la labor pastoral de Marcelo.
"Apreciamos mucho su compromiso por la vida digna del pueblo de Simojovel y valoramos su compromiso y su lucha pacífica contra el alcoholismo, la inseguridad, la violencia, el narcotráfico, la corrupción, los secuestros, el tráfico de armas, el deterioro de los servicios públicos y tantas otras cadenas que oprimen sobre todo a los más pobres y desprotegidos", dijeron.
Reconocemos que su lucha no es por oportunismo de una política partidista, ni por intereses personales de ustedes, sino por contribuir a que el pueblo viva con dignidad, sin abusos de quienes tienen más poder económico o político, enfatizaron.
Pero también es preocupante, advirtieron, las amenazas de muerte que se han rumorado en contra algunos miembros del consejo parroquial, en particular, el padre Pérez Pérez, indígena tzotzil, originario del municipio de San Andrés Larráinzar, en la región altos del estado.
Esas amenazas, agregaron, reflejan la debilidad moral de quienes las emiten y temen perder sus privilegios personales que no son los intereses reales del pueblo.
Por esto, el obispo Arizmendi Esquivel, y el obispo coadjutor Díaz Díaz pidieron que el gobierno escuche la "voz sufrida y pacífica", no sólo de Simojovel, sino de todo el estado, y que analicen sus demandas "con madurez".
La carta de apoyo a Pérez fue presentada durante la misa de ayer en la catedral de San Cristóbal de las Casas, en ocasión de la celebración de los 75 años de Arizmendi Esquivel, donde anunció que presentó su renuncia al obispado.
Las denuncias y peregrinaciones del párroco Pérez de grupos católicos de Simojovel y otros municipios de esa región norte, inició hace más de dos años, y un año después empezaron las amenazas de muerte en su contra.
