Especialistas del INAH Durango restauraron un lienzo del siglo XVIII pintado por Miguel Cabrera, junto con una pintura de caballete de autor anónimo y dos estuches para fuste y resplandor de custodia monumental, del mismo periodo, dañados a causa de un incendio en 2014.
Las obras intervenidas de octubre a diciembre de 2014, forman parte de la colección de la Galería Episcopal de la Catedral Basílica Menor de Durango y son: "La Virgen del Refugio", pintada por Miguel Cabrera en 1768 y "Pedro Tapiz, 9° Obispo de Durango", de autor anónimo, ambas con su respectivo marco, además del par de estuches de madera y tapicería de terciopelo azul.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) procedió a restaurarlas, para recuperar la estabilidad estructural y los valores estéticos por medio de una intervención metodológica, siguiendo los lineamientos establecidos por la disciplina de la restauración y conservación de bienes muebles.
En un comunicado del INAH se informa que el óleo sobre tela de la Virgen del Refugio mide 1.37 metros de alto por 84 centímetros de ancho está adornado con fimbrias doradas de motivos fitomórficos y perlas, así como con anagramas de la Virgen María y de Jesucristo.
La restauradora Marina Straulino Muñoz de Cote detalló que la superficie de esa obra y el soporte tenían polvo incrustado y manchas de humedad, faltantes de capas pictóricas en diversas áreas. La capa de protección de la pintura se hallaba muy oxidada, provocando oscurecimiento general en la obra y pérdida de detalles.
Antes de iniciar la restauración, se realizaron análisis con luz transmitida, luz UV y luz rasante, para visualizar y registrar las características de los estratos, repintes y otros deterioros en la obra.
Posteriormente, se realizó una limpieza especial por ambos lados, fijado de capa pictórica en áreas de escamación, limpieza de soporte en seco, reentelado de la obra, montaje en un nuevo bastidor, atención del barniz oxidado, reintegración volumétrica y cromática y colocación de acabados. Para lograr la unificación tonal y estética, se aplicó un barnizado como capa de protección final.
En tanto, la pintura "Pedro Tapiz, 9° Obispo de Durango", de 1.98 metros de altura por 1.23 de ancho, se encontró con daño en la totalidad de la superficie de la capa pictórica, la cual estaba cubierta por polvo, cenizas, hollín y restos de productos químicos utilizados para apagar el incendio. Además, había faltantes de capa pictórica, escamación en la superficie cromática y degradación del soporte de tela.
Para atender el deterioro, se procedió a la consolidación y fijado de escamas y capa pictórica mediante tratamientos especiales; se eliminaron suciedad y barniz oxidado; se hizo limpieza de soporte, reintegración volumétrica y cromática; se colocaron injertos de tela de lino en la zona quemada y se fabricó un nuevo bastidor con madera de cedro. Al final, se aplicó un barnizado como capa de protección.
Asimismo, se restauraron los marcos de ambas obras, mientras que a los dos estuches para fuste y resplandor de custodia monumental, se les hizo limpieza, restituyeron molduras y tapicería de terciopelo azul, se aplicó barniz y se recuperó su composición original.
