Los encargados. Fue el INAH el encargado de realizar los trabajos de conservación a los restos de la escritora novohispana.
Luego de que especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) consolidaran cerca de 200 huesos que se conservan de la osamenta atribuida a Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), sus restos volverán a reposar en el Ex Templo de San Jerónimo.
La ceremonia, que se llevará a cabo el próximo viernes en el marco del 320 aniversario luctuoso de la Décima Musa, también servirá para rendir homenaje póstumo a los antropólogos físicos Arturo Romano Pacheco (1921- 2015) y María Teresa Jaén (1933-2014), quienes identificaron la osamenta en la década de los 70.
Josefina Bautista, antropóloga física del INAH, explicó en un comunicado, que la atención de los restos óseos estuvo apoyada por cuatro jóvenes colegas más y por la restauradora perito Luisa María Mainou, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto.
La especialista destacó la labor de Romano y Jaén, quienes dejaron casi listo el catálogo completo de los entierros de monjas descubiertos en el Ex Convento de San Jerónimo, hoy sede de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).
Recodó que en 1978, ambos expertos registraron un entierro en el coro bajo de esta antigua iglesia, el número 26. Más tarde, los resultados de los análisis antropofísicos y otros elementos asociados como un medallón y un holgado rosario, como los que se observan en el retrato que hiciera Miguel Cabrera de Sor Juana, permitieron adjudicar el menudo esqueleto con el de ella.
