Retrata a seis divas mexicanas

Un retrato íntimo de Sara García, Andrea Palma, María Conesa, Dolores del Río, Mimí Derba y Lupe Vélez, seis luminarias del cine mexicano, ocupan las hojas del libro "Divas", de María E. Silanes, publicado por Planeta, un acercamiento con un momento histórico desde la vida de un grupo de mujeres que hicieron historia.

Un recuento de la vida de estas talentosas mujeres que estuvieron dispuestas a sacrificar lo que fuera por lograr llegar al mundo al que soñaban estar. Seis mujeres que marcaron la vida de poetas, artistas plásticos, políticos, militares, guionistas, fotógrafos e intelectuales; y la vida de todo un siglo.

→ ¿El libro es además una reivindicación del concepto de "diva"?

Lo que yo traté fue rescatar a mujeres que me parecían memorables, entrañables, que aportaron algo a la cultura, al país y formaron parte de un México grande. Las quise redimir porque estas mujeres que forman parte del imaginario popular, estaban como algo muy lejano, y quise hacerlas de carne y hueso, que las conociéramos y analizáramos su vida. Como y por qué se convirtieron en divas.

→ ¿Se ha degradado la palabra diva?

La palabra vida tiene muchas connotaciones, y desgraciadamente se ha abusado mucho de ella. Para mí una diva es una mujer que trasciende, que tiene una gran personalidad, que marca un hito, y ahora muchas mujeres que son bellas, son producto de la mercadotecnia, pero no trascienden.

La principal característica de una diva es su personalidad y su estilo, no forma parte de una moda ni imita a nadie, tiene mucho que aportar, que decir, son mujeres valientes, apasionadas y temperamentales.

→ ¿Qué las hacía tan atractivas para el poder?

Efectivamente estas mujeres, algunas eran muy cultas, como Dolores del Río, quien es su época logró congregar en su casa a muchos intelectuales de la vida nacional, pintores, escritores, poetas. Dolores por ejemplo fue una de las mujeres más retratadas por los pintores. En el caso de Mimí Derba, que es la menos conocida de ellas, fue la primera mujer en dirigir una película en México, en 1917, incluso escribió obras de teatro.

Estas mujeres que además eran muy atractivas, llamaban la atención de hombres muy poderosos, políticos, por eso describo varios romances, con generales, por ejemplo Mimí fue amante de un general muy importante durante la Revolución, Pablo González Garza, presidenciable en su momento, ellas atraían a las altas esferas del poder. Calles suspiraba por María Conesa, igual que Álvaro Obregón y muchos intelectuales que se enamoraron de ella. No sólo por su atractivo físico, sino por su estilo, sabían cómo moverse, vestirse, eran cultas, sabían hablar, comportarse, eran completas.

→ Pero eso también fue una desgracia...

Sí claro. Por ejemplo María Conesa tuvo que esconderse varias veces de hombres que intentaban secuestrarla para llevársela, como Francisco Villa, quien una vez intentó secuestrarla, porque los hombres morían por ella. Obviamente como atraían a hombres muy poderosos. En esa época se conjuntaban los grandes directores del cine como el Indio Fernández, quienes querían trasmitir otra imagen de México, más allá de la revolución, como en la película María Candelaria, que fue premiada con ovación en el Festival de Cannes. Por eso también buscó rescatar esta parte del cine mexicano.

→ ¿Cómo seleccionar a seis, entre tantas?

Yo tenía que basarme en algún criterio para elegir a estas divas, que fueran contemporáneas, intenté mostrar mujeres que son muy valiosas y no tan conocidas, algunas sí, pero la gente mayor, los jóvenes no las conocen. Todas tenían algo que decir, no quería irme con las más conocidas de quienes se han escrito mucho, aunque creo que hay muchas divas que aún se deben rescatar. Incluso con datos como que Sara García, la abuelita de México, nunca fue abuela.

Tuvo una vida muy trágica, fue huérfana a los diez años, tuvo que sobrevivir como pudo, tuvo un matrimonio que fracasó, a Sara García no le gustaban los hombres. La vemos tan entrañable y sonriente en las pantallas, sin saber que tenía un genio terrible, que no era tan dulce como la veíamos, era de carne y hueso.

→ ¿Qué tal el proceso de investigación?

Bueno pues al principio muy arduo, porque tuve que empaparme de la historia del cine nacional, leer mucho sobre el tema, consultar fuentes hemorográficas, meterme en librerías de usados, conseguir números de revistas muy viejos, ver las películas y sobre todo tratar de tener un contexto al momento de investigar cada una de estas vidas.