Peligro. Las familias indígenas que viven al pie de los cerros corren el riesgo de verse afectadas por deslaves.
Las diez familias que resultaron afectadas por un alud de tierra y piedras que arrasó con sus viviendas en la comunidad El Potrero, en el municipio de Mezquital, serán reubicadas en el corto plazo en otras localidades cercanas con el apoyo de la Delegación de la Comisión Nacional apara el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), del Ayuntamiento y de otras instancias estatales y federales.
En este contexto, el titular de la CDI en esta entidad federativa, Abraham Moreno García detalló cómo ocurrieron los hechos la semana anterior: "El arroyo fue muy específico. El deslave fue la formación como de un nuevo arroyo. Arriba (en el cerro) se atoró el agua, se dejó caer por una ladera, por donde no había arroyo y fue lo que ocasionó el deslave".
De la misma manera, el funcionario federal agregó que el agua procedente de un cerro bajó por donde se encuentra la escuela de la comunidad y de paso se llevó las casas que se localizaban por esa ladera de la montaña.
El pueblo El Potrero se ubica, expuso, a lo largo de un río. Desafortunadamente, indicó, las viviendas afectadas fueron algunas de las que estaban asentadas en los márgenes del citado afluente.
Cuestionado sobre si en el corto plazo se reubicará a las familias que resultaron afectadas por el deslave, el delegado lo confirmó y precisó que ellos mismos están definiendo un nuevo espacio donde no corran peligro, previendo que podría ocurrir un nuevo deslave que podría poner en peligro su integridad física.
Subrayó que los habitantes ya están analizando, dentro del mismo pueblo, otras opciones de tierras donde podrían construir nuevas viviendas que les permitan habitar sin el riesgo.
Recientemente, el director de la Comisión Estatal de Suelo Vivienda (Coesvi), José Antonio Ramírez Guzmán reveló que tan sólo en la construcción de las diez viviendas que fueron sepultadas por un deslave en la zona indígena de Mezquital, se requiere una inversión de un millón 200 mil pesos, sin contar con los trabajos de introducción de la red de agua potable.
Detalló que el costo es de aproximadamente 120 mil pesos por vivienda de 40 metros cuadrados, "el costo se eleva por la distancia, porque se tiene que trasladar hasta allá los materiales de construcción y la zona está muy alejada", dijo el funcionario.
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