El guitarrista confesó sus gustos en una entrevista.
Salvo la excéntrica confesión hecha en 2007, cuando dijo haber aspirado las cenizas de su propio padre, la vida de Keith Richards en la última década ha transitado más bien por el carril de la sobriedad. Según el músico, desde hace años que renunció a la vida de excesos, y le ha hecho bien.
Sin embargo, hay gustos que se siguen permitiendo. Unas copas de alcohol de vez en cuando, su irrenunciable cigarrillo, y también marihuana, según confesó en entrevista reciente con la revista Mojo.
"Fumo marihuana regularmente por la mañana", dijo el guitarrista de 71 años, quien agregó que su costumbre tiene que ver con algo "estrictamente californiano", por lo que está a favor de su legalización.