Intenso. Las ruinas de Palmira, consideradas Patrimonio Histórico de la Humanidad no han sufrido daños.
Las autoridades sirias aseguraron ayer que las ruinas grecorromanas de la ciudad de Palmira no han sufrido daños pese a la destrucción por parte de los yihadistas de dos mausoleos islámicos, que estaban en sus afueras.
En una conversación telefónica, el director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamún Abdelkarim, explicó que "la parte arqueológica de Palmira está intacta, aunque el grupo terrorista (Estado Islámico, EI) colocó allí explosivos en los últimos días".
Abdelkarim señaló que los dos santuarios islámicos destruidos son el de Mohamed bin Ali y el de Nizar Abu Baha Edin, fuera del sitio arqueológico por el que es conocida Palmira (centro de Siria).
Un activista de la opositora Red Sham, Samer al Homsi, había apuntado por internet desde la provincia de Homs, donde se ubica Palmira, que ambos mausoleos fueron destruidos la noche del lunes.
Al Homsi precisó que el primero de los santuarios se encontraba en lo alto de un monte al noroeste de la localidad moderna de Palmira, mientras que el segundo estaba en un área denominada como los huertos de Guta, en mitad de un palmeral.
Abdelkarim confirmó estos datos y agregó que ambos mausoleos eran edificaciones modernas, aunque los restos que contenían eran antiguos.
"El de Baha Edin, conocido como santuario de Chekah, tenía por lo menos 500 años", indicó el máximo responsable de las antigüedades sirias, quien subrayó que los extremistas los destruyeron, pese a ser musulmanes, porque consideran que la construcción de mausoleos está fuera de sus creencias y de la religión.
ERAN EDIFICACIONES MODERNAS
Abdelkarim destacó que los extremistas han destruido "decenas" de lugares parecidos dentro de Siria en el pasado.
Anoche, la oficina de información del Estado Islámico en Homs publicó en internet varias fotografías de la voladura del mausoleo del jeque Mohamed bin Ali y de otro santuario, que los radicales no identificaron.