La respuesta a esta pregunta es sencilla: porque las personas con quienes has tenido algún conflicto, no han querido meterte a prisión o no han podido pagar el precio.
¿Sabes que desde hace décadas corre este lamentable adagio popular: "Un ministerio público no le niega a un buen amigo un vaso de agua o una orden de aprehensión".
Meter a una persona a la cárcel en México es cosa de niños y dinero. Es camino que se ha seguido en miles de casos para lograr objetivos ilegítimos. Lo que sigue sucedió este año.
Un abogado corporativo, socio en retiro de un prestigioso bufete jurídico fue apresado y conducido a una cárcel, donde permaneció ocho noches en crujía, hasta aceptar lo absurdo. Para efectos de este artículo le llamaremos: Federico.
Hechos: la esposa de Federico estableció con dos arquitectos una sociedad anónima que construiría para su venta departamentos. Con el inmueble a medio edificar y la chequera de la sociedad vacía, Federico le prestó varios millones de pesos, que no fueron cubiertos dentro del término estipulado en el pagaré. Federico, junto a su esposa, un velador, el actuario y el abogado encargado del trámite judicial mercantil, embargaron el inmueble. Días después, Federico fue apresado bajo el cargo de despojo (de inmueble) tumultuario (bajo el alegato de haberse realizado por 5 personas), que se persigue de oficio. Por ser un delito grave, el acusado no tiene el derecho de seguir su proceso en libertad, mediante la presentación de fianza que fije el juez. Antes de cumplirse las 144 horas a partir de su arresto, a Federico le fue notificado el auto de formal prisión. Ante la disyuntiva de pasar uno o dos años en prisión, en tanto se emite sentencia absolutoria, Federico perdonó la deuda.
¿Federico fue juzgado? No. ¿Esto le puede pasar a un próspero abogado? Obviamente, sí. Le puede pasar a usted, a mí o a nuestra familia. ¿Cómo detener a quienes utilizan la "justicia" penal para dañar una persona/objetivo (objetivo: como si se hablara de un blanco donde caerá un misil). ¿Es posible corregirlo? Sí.
Desde hace 15 años, ciudadanos como tú y yo, saturados y asqueados de las injusticias y atentados que a diario se perpetran contra la libertad, iniciamos una lucha frontal para cambiar la justicia por la vía de modificar las leyes. Nos hicimos de paciencia y trabajo, más la ayuda de expertos procesalistas limpios y conocedores de las mejores prácticas a nivel mundial. Se trata de La Reforma Judicial de los Juicios Orales, que entrará en vigor en el país el 18 de junio de 2016. La intención es poner un alto a estos embustes y chapucerías con las que nos pueden meter a la cárcel.
(Presidente honorario del Instituto Mexicano Para la Justicia. Miembro de la Red Nacional de Juicios Orales)
