Doctor en Casa

Sacúdete el cansancio

Claves para evitar la fatiga

Sacúdete el cansancio

Sacúdete el cansancio

Cristina Garza

En alguna ocasión te ha sucedido que te levantas después de dormir tus ocho horas o hasta más, y sientes que no has descansado en absoluto. El cansancio es una reacción natural de nuestro cuerpo que puede afectar a cualquiera. Existen casos extremos, en los que se puede convertir en un padecimiento, mejor conocido como síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, la fatiga que comúnmente se llega a experimentar, ya sea por el estrés, trabajo, esfuerzo físico, etc., puede prevenirse y tratarse con la modificación de ciertos hábitos. A continuación te damos algunos consejos para combatirla.

Todo parte de tu alimentación

Nuestro cerebro necesita grandes cantidades de energía para poder funcionar y la glucosa es su fuente principal. Esto no quiere decir que consumir alimentos ricos en carbohidratos vaya a ayudar en algo, por el contrario el azúcar puede llegar a crear picos de energía que luego resulten en una mayor fatiga.

La clave aquí es, darle al cerebro el sustento necesario para comenzar a trabajar, por ejemplo desayunando. Algunos estudios sobre nutrición han comprobado que incluir cereales en la primera comida del día, bloquean el cortisol, la hormona del estrés; y si a eso le añades algún cítrico, tendrás la pila cargada para rendir por más horas.

A lo largo del día, es recomendable comer cada dos horas fruta, nueces o avellanas, que son la mejor opción debido a su contenido energético.

Por último, en la noche procura cenar ligero, de lo contrario puedes llegar a perjudicar tu sueño, y recuerda que es tu principal herramienta contra el cansancio.

Disciplina en el sueño

Durante la noche, el cuerpo libera hormonas y realiza procesos biológicos que mantienen nuestro cuerpo saludable. Dormir ocho horas al día no es suficiente para considerar al sueño como reparador, es necesaria la combinación de varios hábitos para que por la mañana despiertes como nuevo(a).

El primero de ellos es dormir en un horario regular, siempre a la misma hora para que tu reloj biológico no sufra trastornos; y si un día piensas desvelarte, lo recomendable es que a la mañana siguiente intentes levantarte a la misma hora.

Debes saber que el sueño perdido no se compensa, si un día no dormiste las horas necesarias y quieres recuperarlas con un descanso en el día, no va a tener el mismo efecto que el sueño nocturno.

Otro hábito que deberías estar considerando adoptar, es irte a la cama sin ningún aparato electrónico. La luz artificial de los celulares, tabletas o televisores, mantiene alerta tus sentidos, lo cual impide que concilies un sueño profundo.

Si acostumbras ir a dormir con todo tu estrés encima, con lo que te falto hacer en el día o los problemas del trabajo, lo más seguro es que te sigan hasta los sueños. Antes de acostarte debes procurar tener tu mente en blanco, para ello puedes darte un baño relajante o leer un libro.

No todos pueden realizar siestas en el día, pero esté es uno de los hábitos más recurrentes en personas que no sufren de fatiga. Inténtalo antes de las 4 de la tarde para no alterar tu hora de dormir en la noche, y de preferencia que no pase de los 30 minutos.

Deja de lado el sedentarismo

El cansancio esta estrechamente ligado con el sedentarismo o la falta de ejercicio, por esta razón, si quieres dejar atrás la fatiga tendrás que activarte. Un caminata o un simple paseo pueden ayudarte a dormir mucho mejor en las noches. De preferencia realiza tu actividad deportiva temprano, ya que de lo contrario es contraproducente para tu sueño.

Deja tiempo para ti

Es muy probable que el único tiempo que tienes libre lo utilices para hacer todas las tareas que dejas para después. Esté podría ser el peor hábito de todos, pero en el mundo en el que vivimos difícilmente puede manejarse de otra forma. La organización puede ayudar en algunas ocasiones, si tienes muchas actividades para el fin de semana, lo recomendables es tratar de realizarlas a lo largo de la semana, de esta forma te darás cuenta que puedes aprovechar mejor tus tiempos.

Si el trabajo es abrumador, aprende a delegar y a rodearte de colaboradores de confianza. En ocasiones te pueden llegar a sorprender y tu lograras relajarte para continuar laborando.

Es aconsejable disponer al menos dos horas del día para ti, ya sea para descansar, pensar en tus cosas, pasear, hablar con tus amistades o simplemente no hacer nada.

Los hijos también pueden estarte quitando gran cantidad de energía, pero recuerda que para rendir necesitas descansar, así que no dudes en pedir un “tiempo fuera”, y realmente aprovecharlo para tu descanso.

Actívate en el trabajo

Cuando hablamos de fatiga, erróneamente pensamos en la consecuencia de un esfuerzo físico, pero podemos encontrarnos con la fatiga mental, que sobreviene como resultado de el trabajo. Es por esto que en ocasiones la acumulación de él y el estrés, cobran una factura más alta que si estuviéramos en constante movimiento.

Para que esas ocho horas frente a la computadora no tengan un efecto negativo, las pausas activas pueden ser una solución. Tomar una caminata, ponerte de pie para ir por un café o agua, y bajar las escaleras, son algunas sugerencias.

Fuente: www.salud.doctissimo.es, vidayestilo.terra.com.mx, www.mejorconsalud.com

Leer más de Doctor en Casa

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Doctor en Casa

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Sacúdete el cansancio

Clasificados

ID: 1162553

elsiglo.mx