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Sana tus emociones, tu cuerpo y tu vida

Descubre cómo la bioneuroemoción te puede ayudar

Sana tus emociones, tu cuerpo y tu vida

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Adriana Guadalupe Miranda y Gabriela Ortiz

Tal vez la palabra biodescodificación, también conocida como bioneuroemoción, no suene común pero ha cobrado popularidad en los últimos años. Se trata de una forma natural de curar o tratar una enfermedad “de raíz”, encontrando qué es lo que verdaderamente afecta al cuerpo y atendiendo esos factores.

Códigos de la vida

De acuerdo a la bioneuroemoción la enfermedad no es más que una consecuencia de nuestra forma de pensar y actuar en la vida, y esa perspectiva crea códigos en todas las células del cuerpo, mismas que provocan que éste manifieste salud o enfermedad.

Liz Gutiérrez Cano, especialista en la materia, explica que “la bioneuroemoción es un método de consulta holístico integrador, no es una terapia en sí porque cada persona tiene una visión muy especial del mundo, y lo que pretende la bioneuroemoción es sólo acompañar a darse cuenta qué es lo que está provocando el vivir la situación actual”.

Se dice pues que el cuerpo ha recibido información la cual ha aceptado como verdad, lo que programa la manera de reaccionar. Por ello, que lo esencial para el especialista de biodescodificación es acompañar a su paciente para que analice sentimientos, actitudes o reacciones, formas de ver y sentir la vida que están ocultos y que pueden estar provocando la enfermedad.

“Siempre el consultante tiene el poder de la transformación, y el terapeuta es sólo un acompañante, nosotros tenemos herramientas para poder ayudar a la persona a hacer conciencia”, señala Liz Gutiérrez.

El licenciado en psicología, Enric Corbera, es el “padre” de este método, pero hay que destacar que como él lo dice no inventó nada, únicamente es quién integró estudios de diferentes investigadores y practicantes como: Groddeck, María Torok, Josephine Hilgard, Nicolas Abraham, Monique Bydlowski, Hamer, Anne Schtzenberger, Marc Fréchet, demostrado que las enfermedades no existen como tales sino que se trata de programas biológicos cargados de sentido.

El Instituto Español de Bioneuroemoción destaca en su página de Internet que la enfermedad es un programa biológico de supervivencia para adaptarse a situaciones de impacto emocional, fruto de los conflictos que afectan a todo ser vivo.

Al respecto, Gutiérrez Cano señala que todas las emociones son biológicas, las cuales se desarrollan en la parte límbica y de ahí el cerebro dispara una serie de químicos y hormonas que empiezan a cambiar todo el sistema del cuerpo, el nervioso, el digestivo, el respiratorio, para dar una solución ante esa información que es la emoción. “Las emociones no son buenas ni malas sino que te ayudan a interpretar la vida, pero a veces traemos el aprendizaje de que ciertas emociones son negativas o malas y no está bien sentirlas, y es ahí cuando frenamos un proceso biológico natural de nuestro cuerpo, el cual no entiende que eso está mal y lo necesita sacar de alguna manera”.

Y es que de acuerdo con los investigadores, el cerebro emocional controla todo lo que rige el bienestar psicológico y una gran parte de la fisiología del cuerpo. Los desordenes emocionales son consecuencia de disfunciones del cerebro. Estas disfunciones tienen su origen en experiencias dolorosas vividas en el pasado y sin relación con el presente, pero que se hallan impresas de manera imborrable en el cerebro emocional. Estas experiencias acostumbran a controlar nuestras percepciones, a veces varias décadas después.

Para atenderlo, es necesario utilizar métodos que nos lleven al cuerpo y que tengan influencia directa sobre el cerebro emocional.

El proceso

La biodescodificación es una disciplina de investigación cuyo objetivo es descubrir, encontrar, identificar el sentido biológico de la enfermedad y descodificarla.

Para poder realizar este proceso durante la consulta se exploran tres memorias: la cotidiana, para saber qué conflicto emocional se está manifestando a través de la enfermedad; la gestacional, para ver cómo fue concebido, el embarazo de su madre y los primeros tres años de vida; y la transgeneracional, en donde a partir de las fechas de nacimiento y muerte de sus familiares se explora el árbol genealógico del consultante para hacer una interpretación de todo lo que han vivido sus ancestros.

El objetivo, es que la persona se haga consciente de las emociones ocultas por razones educativas, culturales, religiosas, tabús, etc. Por lo tanto, la biodescodificación desarrolla la aptitud para identificar, regular su propio estado emocional y el de los demás, así como la aptitud de comprender el desarrollo natural de las emociones.

Es por ello que una de las tareas del especialista o terapeuta, es el de reprogramar el cerebro emocional de manera que se adapte al presente en lugar de continuar reaccionando a situaciones del pasado, para lograr esto la bioneuroemoción se apoya utilizando la metodología de la PNL (programación neurolingüística), la hipnosis ericksoniana, el transgeneracional, el proyecto sentido y los ciclos biológicos memorizados.

La consulta dura una hora y media y la frecuencia depende de cada persona, y generalmente se realizan entre dos y tres sesiones en donde la persona ya tiene cambios significativos en su vida, sin embargo puede regresar a consulta tiempo después por algún otro evento. “Cada persona va decidiendo cuando termina, el consultante siempre tiene el poder y la decisión”, señala Liz Gutiérrez.

“Nunca decimos que hacer, todas las decisiones son del consultante, simplemente le hacemos ver qué le quiere decir su cuerpo. Se le dan unas recomendaciones, pero lo importante es que el paciente tome acción después de la consulta para que empiece a ver los cambios físicos, mentales y emocionales”.

Para finalizar, la especialista señala que la bioneuroemoción es ideal para las personas que “quieran escuchar de nuevo a su cuerpo, para quien se quiera responsabilizar de sus acciones y de su forma de vivir”.

Es importante señalar que la biodescodificación es un acercamiento que no reemplaza a una consulta médica o de cualquier otro profesional de la salud. No reemplaza ni sus prescripciones. No es ningún tratamiento médico, ni hace ningún diagnostico médico.

Fuentes: Instituto Español de Bioneuroemoción; www.enriccorbera.com

TEXTO

Enric Corbera lleva más de 20 años estudiando el cómo las emociones afectan a la biología humana y cómo el cambio de creencias afecta a ésta.

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