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Saque de Banda

René de la Torre

El pasado viernes un grupo radical llevó a cabo una serie de lamentables ataques terroristas en París. Muertos por centenas fue el saldo que puso en alerta a los líderes mundiales y que causó indignación entre la sociedad internacional. Y pudo ser peor.

Tres explosiones retumbaron en los alrededores del estadio de Saint-Denis. Se trataba de terroristas kamikazes que, aprovechando el marco del partido entre Francia y Alemania, intentaron ingresar al recinto para detonar sus chalecos explosivos frente a las 80,000 personas que se dieron cita en el 'Stade de France'. Afortunadamente, uno de los guardias del inmueble descubrió a los suicidas e impidió una catástrofe mayor.

El futbol se ha visto empañado varias veces en la historia debido a que logra contener pasiones que desbordan de la peor manera grupos criminales que intentan enviar mensajes aprovechando su gran convocatoria mundial.

Basta recordar esa tarde de agosto en que un comando armado protagonizó un tiroteo en las inmediaciones del TSM mientras se transmitía un partido de futbol a nivel nacional. En aquella ocasión no hubo víctimas que lamentar pero se marcó un precedente en el país.

Incluso, en mayo del '90, el juego entre el Estrella Roja de Belgrado ante el Dínamo de Zagreb, fue tomado como pretexto por radicales que, envueltos en ideas nacionalistas, dieron paso a la barbarie incluso antes de que se pitara el inicio del encuentro. Apenas una semana antes, se habían llevado a cabo las elecciones en Croacia donde la mayoría eligió la independencia por lo que las tensiones regionales entre serbios y croatas habían llegado a un punto crítico. Dentro del Estadio Maksimir, los ultras del Estrella Roja comenzaron la revuelta apuñalando a los croatas que se encontraban cerca de ellos mientras que la tribuna de los hinchas radicales del Dínamo de Zagreb se vació para defender a los suyos.

La policía yugoslava -compuesta en su mayoría por serbios- intentó contener a los croatas a base de golpes, hasta que Zvonimir Boban, número 10 del equipo más laureado de Croacia, tumbó de una patada voladora a uno de los guardias. Al ver la acción, los hinchas fungieron como guardaespaldas del jugador mientras los demás futbolistas corrían despavoridos a los túneles que conducen a los vestidores. Esta batalla marcó el fin de la liga yugoslava y el inicio de la guerra de independencia de Croacia.

Volviendo a los acontecimientos del pasado fin de semana, los países europeos extremaron precauciones y los partidos amistosos que disputarían España y Bélgica en Bruselas, considerada la cuna del yihadismo en Europa, así como el Alemania-Holanda en Hannover fueron suspendidos por la latente posibilidad de que se llevaran a cabo nuevos ataques.

Sin embargo, en Wembley, en el duelo entre Francia e Inglaterra, La Marsellesa sonó con acento inglés al unísono en clara muestra de solidaridad entre dos naciones que mantienen una tradicional rivalidad en el futbol, mientras los monumentos y rascacielos de las principales ciudades del orbe se pintaron con los colores del país galo. ISIS intentó apagar La Ciudad De La Luz y en cambio, iluminó al mundo.

delatorremarquez@gmail.com

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