Con el arribo por segunda temporada consecutiva al llamado "Juego de Comodín", Vaqueros Laguna vio terminada su aventura en el 2015 dentro de la Liga Mexicana de Beisbol. Evidentemente, ése no era el tope que tenía contemplado el equipo de Mario Mendoza, pues la mira estaba puesta en seguir jugando durante el mes de agosto, es decir, en las series convencionales de play offs, e incluso superar el techo establecido el año anterior, cuando perdieron ante los Diablos Rojos del México en el primer play off por 4 juegos a 2.
Los naranjas cayeron en Tijuana durante un juego donde hicieron bastantes cosas para no salir con un resultado positivo, pues desconcentraciones y errores costaron caro, y aunque los Toros no jugaron por nota, sí supieron hacer las cosas más fáciles para al final ganar con holgado marcador. Es el gran riesgo que se corre en un juego de comodín, donde te juegas toda la temporada en solamente 9 innings: cometer un solo error te puede echar por la borda varios meses de intenso trabajo.
Así es, el beisbol, como todas las situaciones realmente hermosas de la vida, puede ser cruel por momentos. Desde que Laguna tuvo en sus manos el poder disputar en casa ese juego de desempate, y desaprovechó la oportunidad, gracias en parte a la excelsa joya de pitcheo que lanzó el zurdo Marco Tovar con unos Sultanes más que eliminados, muchos aficionados se temían la descalificación. Y es que Laguna fue el segundo mejor equipo jugando como local en la Zona Norte, su récord de 34-23 sólo estuvo detrás del monstruoso registro de los Diablos en el Fray Nano, quienes ganaron 41 y perdieron la ridícula cantidad de 13 juegos.
Danny Gutiérrez me dijo en varias ocasiones antes del juego en Tijuana lo confiado y motivado que estaba para encarar ese encuentro, incluso adelantó que nos veríamos nuevamente el viernes, en un eventual tercer juego de la serie ante Diablos. El estadounidense aguantó hasta donde el brazo le dio, pero titubeos de su cuadro le abrieron la puerta de más a los astados, que supieron aprovechar las circunstancias y anotar las carreras que les regalaron.
Con el cuadrangular de Sergio García se renovaron las ilusiones de los aficionados laguneros, en buen número reunidos en la explanada del estadio de la Revolución. "El Venado" García no es para nada un jonronero, pero en la segunda mitad de la temporada puso a volar sabroso a doña blanca, haciéndola desaparecer de línea, para lo que hay que tener poder en las canillas. El relevo de Tony Peña fue una muestra de que ya pocas esperanzas había en el dug out naranja, y del otro lado la motivación estaba a tope.
Tratar de juzgar toda una temporada para algún equipo por solamente un juego es un ejercicio injusto, y hasta nefasto, pero lo que sucedió con Laguna en Tijuana fue ciertamente una muestra de varias cosas que le fallaron a los naranjas a lo largo del calendario: jugadores en plenitud de facultades o libres de lesiones, bateo oportuno, bullpen hermético, velocidad en las bases. Seguiremos el análisis, ya con números en mano y en papel. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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