Se quedan en el olvido
Quizá hasta el momento "John Carter" sea el fracaso más grande, no sólo de Disney sino de toda la industria cinematográfica, al perder más de 170 millones de dólares, de los 350 que costó, lo cual causó que la historia creada por Edgar Rice Burroughs se viera truncada en el cine.
Al igual que esta historia, en las últimas décadas Hollywood se ha abstenido de continuar narrando las historias que en un inicio buscó convertir en las sucesoras de El Señor de los Anillos y Harry Potter.
Tras el éxito de Crepúsculo, basada en una serie de novelas adolescentes, los estudios buscaron explotar esta nueva "moda" y comenzaron a filmar cuanta obra literaria juvenil existiera.
Así nacieron filmes como Cazadores de sombras, Hermosas criaturas y La Huésped -esta última escrita también por Stephenie Meyer, mente detrás de Crepúsculo-, que pese a tener el apoyo de sus productoras y contar en su elenco con actores atractivos no tuvieron suerte.
Ninguna de las tres rebasaron los 100 millones de dólares cuando costaron entre 40 y 80, lo que las convirtió en un fracaso taquillero y anuló cualquier posibilidad de que las historias tuvieran continuidad en el celuloide.
Algo similar sucedió con Las crónicas de Spiderwick, cinta que se basó en la obra escrita por Tony DiTerlizzi y que sería la primera de cinco películas.
Su llegada al cine era esperada, contaba con un gran equipo comandado por Mark Waters, responsable del éxito Chicas pesadas y aunque apuntaba a ser el nuevo "Harry Potter", la audiencia no opinó igual pues recaudó 90 millones de dólares de los 160 que costó.
De la misma manera, con un elenco encabezado por Nicole Kidman y Daniel Craig bajo la dirección del renombrado Chris Weitz, se esperaba que la película La brújula dorada fuera un éxito equiparable al de El Señor de los Anillos.
El largometraje de 2007 se desprendía del primer tomo Luces del norte, que era parte de la trilogía La materia negra, escrita por Philip Pullman, y que se pensaba como el inicio de una nueva saga comercial que recaudaría millones.
Sin embargo, la película fue un fracaso en taquilla (370 millones de dólares contra 180 de producción) y la posible saga terminó en el olvido, aunque muchos fans han creado diversos foros en internet pidiendo que se reanuden las secuelas.
En casos como el de Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio, no fue suficiente tener la dirección del "rey del blockbuster" Steven Spielberg y filmar con una técnica innovadora, pues aunque obtuvo 370 millones de dólares en taquilla, su secuela parece lejana.
Eso mismo sucede con La chica del dragón tatuado, protagonizada por Daniel Craig y Rooney Mara, que tras ser aclamada por la crítica y estar basada de manera fiel a los libros de Stieg Larsson, sus futuras entregas no han sido confirmadas y David Fincher, realizador de la primera, ha declarado que no la ve entre sus planes futuros.
El último maestro del aire, Eragon, El aprendiz de brujo y Jonah Hex son otros filmes que quizá nunca vean de nuevo la luz por la pobre respuesta que tuvieron con su primera entrega.
Salas vacías y sin secuelas
Estos filmes no lograron gran expectativa en la audiencia:
⇒ Soy el número Cuatro (2011). Pese a ser producida por Steven Spielberg y estar basada en un éxito literario de 15 libros, la historia protagonizada por Alex Pettyfer consiguió en taquilla 150 mdd de los 60 que costó.
⇒ Linterna Verde (2011). Con un costo de 200 mdd, el filme protagonizado por Ryan Reynolds resultó un fracaso en crítica y taquilla al recaudar 219 millones, lo que impidió sus secuelas.
⇒ El Príncipe de Persia (2010). Aunque está basado en un famoso videojuego y fue dirigido por Mike Newell (Harry Potter y el cáliz de fuego), las malas críticas impidieron que la historia continuara.
⇒ El Juego de Ender (2011). Filme Sci-fi que contó con la participación del icono del género Harrison Ford, que tras una amplia espera no agradó al público, lo que hizo que recaudara 125 mdd de los 110 que costó.
⇒ Jumper (2008). El filme sobre el joven que se teletransporta no gustó a los fans del cómic en que se basó y aunque pintaba para ser un éxito, ni Samuel L. Jackson evitó su fracaso.