Desarrollo. Después de tener varios oficios, Benito Rivas ahora tiene su negocio.
Ser padre de familia hoy en día demanda mayores compromisos morales y económicos, aun cuando la familia sea pequeña y esté integrada por al menos dos hijos.
Antaño, los requerimientos para formar una familia tradicional no obligaba a un padre (de más de cinco hijos) a tener un seguro de gastos médicos e ir a un médico particular para atender a la futura madre y, después al recién nacido, no era algo común, ya que pocos tenían la economía para tener una atención privada.
Hoy en día la compra de aditamentos como portabebés, juegos didácticos, alimentos en polvo, jugos y papillas procesadas, decoración especial del cuarto del bebé, pañales, así como el pagar colegiaturas en escuelas privadas y dar a sus hijos cursos extras en inglés, natación o robótica, es algo imperativo para muchas familias laguneras, por lo que un gran número de padres hacen grandes esfuerzos para darle, siempre, todo lo mejor a sus retoños.
La presente nota no busca demeritar los esfuerzos que cada padre hace en su hogar para sacar adelante a su familia, a sus hijos, sino mostrar que los tiempos son otros y que en cada época, todo padre hace hasta lo imposible para dar todo lo mejor a sus hijos para que se conviertan en personas de bien.
CON SEIS HIJOS
Benito Rivas Flores y Salvador Hernández tienen algo en común: Son padres de familia laguneros y que tienen un gran amor por sus hijos.
Benito es un padre de 57 años y comentó que se casó muy joven, a los 17 años con Juana María Gaytán. Después de un año, llegó el primer bebé a su vida. Relató que tiene seis hijos, tres son hombres y el resto mujeres. Juan de Dios, Silvia, Benito, Sonia, Jesús y Éricka, ellos se llevan un año de diferencia uno de otro.
Comentó que dentro de las actividades laborales que ha ejercido para llevar el sustento a su hogar fue el de pintor automotriz, parrillero, cómico y actualmente tiene un negocio propio.
Benito señaló que gracias a su trabajo tuvo seguridad social a través del IMSS, por lo que cada mes acudía al doctor para la revisión del embarazo de su esposa. Dijo que en ese momento comenzaron a realizar compras de ropa infantil, biberones, alimento para bebé, cuna y sonaja. "era el juguete ideal, en esos tiempos".
Aunque dijo que con sus primeros hijos no se usaba mucho el uso de pañales desechables, por lo que se usaban los pañales de tela, pero sostuvo que los más pequeños sí los usaron.
Cuando los niños comenzaron a crecer, había que llevarlos a la escuela pública, hasta que logró que cada uno de ellos se graduara como técnico en estilista de belleza, tácticas especiales, en combustión interna y uno es bombero.
Al crecer iniciaron nuevos gastos: Compra de uniformes, zapatos, libros, cuadernos, entre otros.
Las salidas con la familia, como vacaciones, se daban cuando Benito tenía giras de trabajo como cómico, así que los pequeños y su esposa lo acompañaron.
LOS LOGROS OBTENIDOS
Dijo que para su fortuna sus hijos fueron muy sanos y no requerían acudir a cada rato al doctor, por lo que el gasto en medicamentos no fue pesado.
Hoy en día sus hijos son independientes y tienen sus propias familias, por lo que ahora sólo trabaja para él y su esposa.
Benito comparte que su principal satisfacción como padre es haber logrado que todos sus hijos tuvieran una carrera y lograran graduarse. "Es un sueño realizado que tengan una carrera y es todo lo que los padres desean".
Opinó que los tiempos no han cambiado tanto, se parecen en algo, ya que a sus primeros hijos se les compraban la ropa sin marca, pero a los pequeños, gracias a la publicidad y la tele, se les compraba lo que estaba de moda.
"Mi mayor satisfacción como padre es haberle dado carrera a mis seis hijos y los esfuerzos hechos bien valen la pena".
SÓLO CON DOS
Salvador es un joven padre de familia de 37 años y es ingeniero en sistemas computacionales. Desde hace nueve años tuvo la experiencia de ser papá de uno de sus dos pequeños. Actualmente tiene dos niños, uno en kínder y otro en primaria, por ello los gastos que realiza para dar alimentos, vestido, calzado, educación, salud, recreación y festejos a sus pequeños han ido en aumento.
Contrario a papá Benito, a Salvador le tocó otra época, una en donde se tienen mayores comodidades, pero por las que hay que pagar para tener una atención médica y educación privada para sus hijos.
Salvador recordó que al momento que supo que su esposa estaba embarazada comenzaron los gastos para la llegada de su primer hijo, ya que se tenían que hacer varias visitas al ginecólogo cada mes a partir del tercer mes, preparar la habitación del pequeño, comprar ropa, utensilios para lavar biberones, cuna, portabebé, carreola, artículos de higiene, ropa de cama, juguetes, entre otros.
Todavía no nacía su pequeño y los gastos ya pesaban. El pago del hospital sumó 30 mil pesos, pero gracias a que tenían seguro de gastos médicos mayores, pagaron una parte, no todo. Pero las visitas al ginecólogo privado y al pediatra una vez que nació el pequeño, pues había que pagarlos, sin contar los medicamentos y alimento especial, ya que el bebé tuvo problemas de reflujo y cólicos en sus primeros meses de nacido.
Para esperar al nuevo miembro de la familia se acondicionó una recámara, con cuna, una cómoda y un closet para guardar toda la ropa y aditamentos que se requieren para cuidar y dormir al bebé. Dijo que se gastaría como 400 pesos en la pintura para renovar la habitación y una cenefa para darle mayor alegría a la habitación, sin contar la ropa de la cuna y los trajecitos de invierno, ya que nació en otoño.
Una vez que nació su pequeño ahí inició una interminable compra de pañales, alimento especial, biberones, artículos de limpieza, pagar consultas del pediatra, ir al ginecólogo, pago de vacunas, comprar medicamento, pago de fiesta por su cumpleaños, comprar ropa cada dos meses, ya que los niños crecen y dejan casi nuevos los zapatos.
Las visitas al pediatra fueron muchas, cada tres semanas, por el problema de reflujo y cólicos.
Al cumplir su primer año, a celebrar la piñata del pequeño, en donde se gastaron hasta tres mil pesos, ya que la familia quería festejar.
Aunque a los dos años y medio la abuelita del bebé lo cuidó en su casa, después tuvo que ir al kínder privado y pagar 1,500 pesos, sin contar la inscripción. Cuando pasó a la primaria el pago subió a 1,700, pero como ahora son dos los hijos que van a la escuela se paga, al mes, 3,200 pesos.
A lo anterior hay que agregar que hay que pagar uniformes, zapatos, tenis, material y útiles escolares, y si hay festival la compra de disfraces. Los paseos y vacaciones y cursos extras son aparte.
CARAS DE LA MONEDA
Salvador no pudo contabilizar todos los gastos que se hacen cuando los pequeños entran a la escuela y los que lleva acumulados en estos años, aunque dijo "hay cosas que se me hacen caras como el pago de las colegiaturas en Navidad y Semana Santa, ya que son pocos días los que asisten a la escuela".
Comentó que comparado con otras familias él invierte más en su familia, ya que los niños van a colegios y no van al Seguro Social para atención médica. Compartió que ahora que es padre ve las dos partes de la moneda a cuando él era sólo hijo de familia. "De niño no te das cuenta del gasto que implica mantener una familia, pagar comida, agua, luz, teléfono, ropa, calzado, escuela, útiles, etc."
Recordó que en su caso tuvo la suerte de no pasar por grandes carencias en comida o vestido, por lo que espera, ahora que es padre, "que mis hijos hagan lo que les guste, que en su vida futura como profesionistas se realicen".
Destacó que para él es vital enseñarles a sus hijos a que valoren todo lo que tienen, tanto lo material y a las personas, que sepan lo que cuesta ganarse las cosas cómo él lo aprendió. "Es importante que aprecien las cosas desde niños"
Lo que destaca del esfuerzo que hacen su esposa y él para brindarles una mejor educación y nivel de vida es que ahora los niños ya saben leer desde kínder, sumar, dividir, multiplicar y hablan inglés. Confesó que él comenzó a leer en primaria, ya en tercero, por diversas causas en la escuela pública a la que asistió.
Las historias, aunque son distintas, muestran que los papás buscan por los medios disponibles dar lo mejor que tienen a sus hijos.
Inversiones con gusto
De acuerdo a un sondeo hecho de algunos gastos que realizan los padres al momento de saber que van a ser papá hasta primaria, suman 84 mil pesos, claro faltan muchos apartados que no fueron considerados como la ropa, calzado, alimentos, juguetes, artículos de limpieza, mobiliario, compra de útiles, libros y muchas cosas. Por ello sólo se tomaron algunos gastos fuertes y que son necesarios para la salud del bebé y su educación, por lo que el monto es mucho mayor al señalado.
El gasto más fuerte es el hospital privado, al costar 30 mil pesos, las consultas al pediatra, iniciales, es de 6 mil pesos y al ginecólogo de 3 mil pesos, sin contar medicamentos.
El pago de vacunas sumó por niño 6 mil pesos con médico privado, las fiestas de cumpleaños tres mil pesos.
El pago de kínder y primaria suman 3 mil 200 pesos mensuales, ya que se tienen dos pequeños.
Los cursos extras en talleres de natación o robótica alcanzan los mil 800 pesos.
El pago de la pintura para acondicionar la habitación fue de 400 pesos.
Sin embargo, si un papá quisiera tener seis hijos hoy en día deberá multiplicar los 84 mil pesos por seis, dando un monto de 504 mil pesos, sin contar otros niveles de estudio.
Algunos gastos
Estimación hecha con un solo hijo:
⇒ Hospital: $30,000.00.
⇒ Consulta pediatra: $400.00 a $500.00.
⇒ Consulta ginecólogo: $400.00 a $500.00.
⇒ Fiesta de cumpleaños: $3,000.00.
⇒ Vacunas: $6,000.00.
⇒ Kínder: $1,500.00 mensuales.
⇒ Primaria: $1,700.00 mensuales
⇒ Cursos extras (2): $1,800.00 c/u.
⇒ Pintura habitación: $400.00
⇒ Pañales (40 piezas)*: $93.00
⇒ Formula (lata)*: $370.00
⇒ La suma hecha es de $84,000 sin contar los renglones que tienen asteriscos.
MIL PESOS
Se puede gastar en un hospital privado.
MIL PESOS
Son algunos desembolsos que se hacen.
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