Además. Pitol recuerda que sus obras las escribió a mano.
A punto de cumplir 82 años y afectado por una enfermedad que ha frenado su producción literaria, el escritor mexicano Sergio Pitol no ha perdido su amor por el lenguaje, la herramienta con la que ganó el Cervantes y que considera "el espejo más fiel de los cambios del hombre".
Pitol, también diplomático y traductor, concedió una entrevista a Efe en su casa de Xalapa, capital del estado mexicano de Veracruz, rodeado de dos grandes perros, "Homero" y "Lola", que el autor de "El arte de la fuga" acogió tras sacarlos de un refugio de animales.
El escritor se mueve como pez en el agua en su laberíntica vivienda. Sube y baja escaleras, camina por pasillos y recorre los rincones de un espacio poblado por 12,000 libros y objetos que le recuerdan a sus amistades, su vida de nómada y el Premio Cervantes de Literatura.
Para compensar su disfasia, una patología que le causa una severa dificultad para articular palabras, pese a lo cual está "cabalmente lúcido y consciente de su voluntad y de sus actos", según sus allegados, dijo.