Distante. Coahuila está lejos de tener candidaturas independientes sólidas que puedan vencer al actual sistema de partidos; JCNV. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Las condiciones sociales, políticas y económicas de Coahuila distan de ser las ideales para que un candidato independiente pueda gobernar la entidad, como será el caso Nuevo León, estado que las pasada elección puso fin al bipartidismo para dar paso al gobierno de un ciudadano, Jaime Rodríguez Calderón, "El Bronco", considera José Carlos Nava Vargas, maestro en Periodismo y Asuntos Públicos por el CIDE y docente de la UA de C.
Nava Vargas, quien realizó un estudio antes y durante la elección neolonesa, opina que el nivel corrupción, la complicidad de algunos medios de comunicación, el liderazgo de "El Bronco", la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos y la campaña mediática a través de redes sociales, fueron elementos centrales para que el primer candidato independiente venciera al sistema de partidos para gobernar un estado.
"Hubo una respuesta dirigida a aplicar voto de castigo a los partidos políticos, en una circunstancia de hartazgo de indignación", dice.
Las condición de rechazo a los partidos, no era exclusiva de Nuevo León, sin embargo, "Bajo estas condiciones, era necesario que llegara la figura de Jaime Rodríguez Calderón y aglutinara toda la inconformidad para luego catapultar su candidatura desprovista de una plataforma de partido".
Ante la "amenaza" que representaba el candidato para el sistema, el rechazo de gran parte de los medios masivos de comunicación neoloneses se hizo presente, lo que a la larga lo benefició, pues utilizó las redes sociales como su principal plataforma de difusión, con mensajes sencillos, pero contundentes "La raza paga, la raza manda".
Siendo un estado económicamente desarrollado, la campaña llegó al electorado que salió a votar por él: Los jóvenes y personas de estudios avanzados, principalmente.
Estas condiciones, aunadas al nivel de participación ciudadana de Nuevo León, lograron lo que para muchos era imposible.
"Hay una población cívicamente más consciente, más desarrollada en términos de su participación y su interés por los asuntos públicos, la gente identifica los principales problemas y sabe lo que debe hacer, salir a votar".
En Coahuila las condiciones son distintas.
"No hay liderazgo de ese tamaño, porque los muchos liderazgos que puedes ver en el sector privado o en el sector social, lamentablemente han sido muy suscepibles a la coptación de los gobiernos en los diferentes niveles y eso los ha inmovilizado socialmente", dice.
Añade que la sociedad no conoce la alternancia, pues es un sólo partido el que ha gobernado por más de 86 años, lo que desmotiva al electorado; el nivel de desarrollo económico es inferior al de Nuevo León por lo que una campaña exclusivamente en redes sería más complicada y la participación ciudadana es escasa.
Ante este panorama, dice que el ejemplo ahí está y la decisión para cambiarlo en este modelo democrático, siempre radicará en el voto.