Terror. La violencia en Siria no cesa.
Al menos 50 civiles, entre ellos 22 menores, murieron desde el pasado día 2 hasta ayer por bombardeos de la Brigada de los Mártires Badr y otras facciones rebeldes islamistas sirias contra las zonas bajo control del régimen en la ciudad septentrional de Alepo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer de que esta escalada de ataques empezó al día siguiente de la muerte del comandante de esa brigada islamista, Jaled al Hayani, en el barrio de Al Jaldía, también en Alepo.
La ONG añadió que los bombardeos se produjeron con morteros, proyectiles y bombonas de gas explosivas.
Asimismo, los ataques causaron heridas a 162 civiles, entre ellos 43 menores de edad.
Después del asesinato de Al Hayani por el disparo de un francotirador de las fuerzas leales al Gobierno sirio, su hermano fue ascendido al puesto de comandante de esta brigada, agregó el Observatorio.
De acuerdo con el recuento de la ONG, dicho grupo armado es responsable de la muerte de al menos 568 civiles, entre ellos 130 niños, en bombardeos con proyectiles de morteros y de fabricación casera contra barrios residenciales en Alepo controlados por las autoridades.
Los opositores iniciaron una ofensiva a finales de julio de 2012 en Alepo, la mayor urbe del norte de Siria, donde consiguieron hacerse con amplias zonas, aunque no lograron controlarla completamente.
A grandes rasgos, el oeste de la población quedó en manos de las autoridades, mientras que el este se encuentra bajo control de los insurgentes.
Más de 220,000 personas han perdido la vida desde el comienzo del conflicto en Siria en marzo de 2011, según la ONU.