El lagunero Gerardo 'Zurdo' Solís debió lidiar a un novillo que se lastimó la mano izquierda y no embistió ante el joven espada. (Archivo)
La suerte no favoreció al novillero lagunero Gerardo "Zurdo" Solís durante la tarde de ayer en su presentación dentro de la décimo segunda y última novillada, la de triunfadores, en la monumental Plaza de Toros México.
El joven espada torreonense salió con las manos vacías dentro de un festejo que sufrió por la falta de triunfadores. Solís fue perjudicado por una lesión en la mano derecha de su enemigo en turno, el sexto de la tarde y último del festejo, lo que impidió el lucimiento del alumno de la academia de cultura taurina del Coliseo Centenario.
Solís debió enfrentar en suerte al sexto burel del festejo, bautizado como "Pitito", y procedente de la ganadería de Barralva, cuyo lote mandado a esta novillada fue de juego desigual. "El Zurdo" recibió al novillo con una vistosa tanda de gaoneras, rematando con par de revoleras que ocasionaron el aplauso del respetable, reunido en una cantidad aceptable al tratarse de un festejo novilleril.
Fue durante el tercio de varas que el novillo se lastimó la mano izquierda, en uno de sus intentos de hacer por el caballo. El público se dio cuenta de la lastimadura sufrida por el toro y reclamó con una silbatina, aunada a que consideraron excesivo el castigo que le infringió el picador al ya de por sí lastimado astado.
Solís no participó en la suerte de las banderillas, dejando que la cuadrilla las colocara, contrario a su anterior presentación en el coso de Insurgentes.
Poco pudo hacer con la muleta, pues su enemigo perdía las manos y constantemente iba al suelo. "El Zurdo" intentó con naturales, notándose aún más la deficiencia del astado para embestir; aún así, ligó tandas de derechazos a media altura, pero sin transmisión a los tendidos.
El lagunero decidió dar muerte a su enemigo, pero tampoco ahí tuvo suerte, pues pinchó en tres ocasiones, hasta que debió recurrir al descabello.
Tarde difícil
Los novillos de Barralva no se prestaron para el lucimiento.
■ Alternaron Diego Emilio, Rafael Serna y Nicolás Gutiérrez.
■ El yucateco André Lagravere brindó a sus compañeros.
■ Javier Castro se despidió con algunas palmas del público.
