Asistí a la conferencia de prensa en donde Santos Laguna ratificó a Pedro Caixinha como entrenador del equipo. Ignoro por cuánto tiempo el lusitano seguirá al frente del club, pues son varios los aspectos que tiene Pedro en su metodología del trabajo que agradan a la directiva santista. Dichos aspectos yo también los aplaudo y también reconozco que pocas veces en el futbol mexicano se ha trabajado así (aquí entre nos, yo no asisto a los entrenamientos ni he visto nada, pero me lo han repetido tantas veces, que se trabaja muy bien, que muy adelantados, que muy profesionales, que son enunciados que en mi cerebro ya se convirtieron en realidad).
En todos los juegos que ha dirigido Pedro Caixinha (y ésos sí que los he visto todos) me han quedado claras dos cosas: 1) Que no es un estratega (entiéndase por esto un metafórico ajedrecista en el rectángulo dibujado en el pizarrón); y 2) Que no tiene lectura de partido, y por lo tanto no tiene manejo del mismo. Para prueba están las múltiples ocasiones en que Santos se ha visto alcanzado o rebasado en el marcador, sobretodo en este torneo, pero también en el anterior.
¿Qué es lo que necesita Santos Laguna en la banca? Un estratega. Quien sepa escoger jugadores. Alinearlos con lógica y con sentido. Saber lo que está ocurriendo en el juego. Reaccionar positivamente ante ello. Saber defender ventajas. Reconocer que cada rival es diferente, estudiarlo y planear una estrategia (real, no balonazos y correteos y jugar al ahí se va) para enfrentarlo. Que el equipo tenga una personalidad, que se sepa a qué juega (actualmente esto es de lo que más carece Santos), pues lamentablemente sólo así se ganan partidos. El futbol es muy vanidoso, muy práctico, sencillo y funcional, no como la gran ciencia que nos quieren vender.
A veces pienso que Pedro Caixinha puede escribir un trabajo (acertado y científico, lo que sea de cada quien) de planeación deportiva, trabajos físicos, alta tecnología futbolística, incluso sobre medicina contemporánea en el rendimiento del jugador, pero que no es capaz de darse cuenta que Javier Abella tiene que ser sustituido con urgencia durante tal juego o que Escoboza jamás debe repetir como lateral izquierdo.
¿A qué quiero llegar con toda esta letanía al estilo Santos? A que en definitiva Pedro Caixinha es un bien intencionado, trabaja muy bien, se esfuerza, innova, desea lo mejor para su equipo y la afición; posee una metodología no vista antes en el equipo, con toda la formación europea, que ha encantado a la institución santista. Eso, lo apuesto, son cualidades de Caixinha.
Pero yo no veo que tenga intuición a la hora de dirigir el juego, análisis clínico, eso que sólo se aprende en la cancha, viendo futbol, en la vida, y no en los libros ni en la tecnología de punta ni en los últimos tratados de ciencia deportiva. Quizá Pedro pueda ser muy valioso en otro puesto dentro de la institución santista, pero para mi gusto, le falta lo más importante en un director técnico, la astucia nata para decidir conforme el transcurso del juego. Y eso, al final, será lo que pese más.
Twitter: @AlexRodriguezSa
